Llama la atención que según un informe elaborado por la Subdirección de Tránsito y Transporte del municipio capitalino el porcentaje de motocicletas involucradas en siniestros entre marzo y agosto de este año es escasamente mayor que el de automóviles: 40,86 % a 39,21 %, respectivamente. Pero Enrique Romero, titular del área, explica que hay que tener en cuenta que el número de autos que confluyen en la capital es de 300.000, mientras que el de motocicletas es de 100.000.
No es posible comparar con cifras de años anteriores, porque no hay registros específicos sobre motocicletas de las precedentes gestiones, informa Romero. Sin embargo, agrega que sí hay cifras de siniestros en general, por lo que el funcionario sostiene que se han reducido en un 11% con respecto al mismo período de 2015 (de marzo a julio). La razón, según Romero, es que en esta gestión los controles son más rigurosos: “hasta hacemos operativos los fines de semana, en horarios como de 1 a 5 de la madrugada”.
- ¿Cómo se combaten esos números?
- Tenemos que seguir con educación vial. Hay que profundizar eso. Hoy (por ayer) educamos en Burruyacu, estuvimos en Los Ralos; y durante todo el año damos charlas en escuelas primarias, secundarias y en empresas privadas. Vamos a llegar a fin de año con 18.000 ciudadanos capacitados. Lo que habría que hacer es poner como materia obligatoria Educación Vial. Nosotros la tenemos en las escuelas municipales.
- Las cifras siguen subiendo, ¿cuál fue la falla?
- Siempre digo que Tucumán es la única facultad de pícaros del país. Hay una gran cultura de la anomia. No se apegan a las normas ni a las ordenanzas de Tránsito y Transporte.
- ¿Esto sólo pasa en Tucumán?
- No. Hay estudios realizados por universidades, no recuerdo cuál, que reveló que el 96 % de los argentinos confesó que transgrede las normas de Tránsito.
- ¿Cómo hay que manejar en Tucumán?
- Las motos andan en contramano; hacen willy los fines de semana; circulan por las veredas; te cruzan por la derecha, por la izquierda, por el centro, de forma transversal; y llevan varios acompañantes. En Tucumán hay que manejar a la defensiva siempre, si no vamos a cometer un grave error. Los porteños, por ejemplo, manejan conscientes de que los otros saben manejar. Acá no se puede.
- A simple vista, la mayoría de los motociclistas no usa casco. ¿El calor influye?
- Sí, porque acá hacen 40°. Lamentablemente no venden en Tucumán los medio cascos, ideales para nuestro clima. Acá no les queda otra que usar los cascos de enduro, que reducen la visión. Por eso tienden a no usarlos y en la mayoría de las muertes registradas el accidentado no llevaban casco.
- ¿Tiene algún pariente que use moto? ¿Qué le recomienda?
- Mi hijo, de 31 años. Le digo, y me hace caso, que use casco y bandas refractarias en la moto y en la ropa; que ande despacio; que se fije si hay arenilla a los costados de las calles (cuando llueve se acumula allí ese polvo). Él es responsable, pero no estoy tranquilo hasta que vuelve a casa sano y salvo.