Ayer, en la Cámara de Diputados habrían involucrado al diputado nacional José Orellana en un escándalo por un supuesto caso de abuso sexual. “Es imposible que sea yo”, se defendió el parlamentario cuando lo consultó LA GACETA.
Una empleada del Congreso habría contado lo ocurrido a la Asociación del Personal Legislativo (APL). Desde esa organización sindical dijeron al sitio web “lapoliticaonline.com” que “estamos conteniendo a la compañera y avanzaremos con la denuncia”.
En los pasillos
Según “lapoliticaonline.com” la mujer habría sido acosada en los pasillos “por un legislador del norte del país que tiene un monobloque”. La publicación no decía de quién se trataba, pero daba demasiadas referencias como para concluir que se trataba de un diputado tucumano: “un ex aliado de su gobernador, hermano de un intendente de su provincia y con un monobloque desde diciembre, cuando se fue del FpV-PJ”.
Las miradas se dirigieron directamente al famaillense.
El texto señalaba que “la agresión habría sucedido en un pasillo de la Cámara Baja, donde el legislador habría intentado propasarse con la empleada. La organización gremial habría evitado ratificar el nombre del agresor, pero no negó que se tratase del parlamentario que ese medio sugirió y anunció que pronto avanzará con una denuncia penal que haría peligrar la continuidad del acusado.
“Es una confusión”
LA GACETA se conectó poco después de las 19 de ayer con el ex intendente de Famaillá. “Es imposible que sea yo, estoy en la ruta, camino a Mar del Plata, donde mañana (por hoy) voy a recibir el premio ‘Faro de Oro’, por mi aporte a la cultura, al trabajo, a la historia”, señaló ante la consulta telefónica. “Mi esposa recién vio el título, pero no aportan datos -agregó-, lo que le puedo decir es que estoy más allá de estas cosas”.
“Soy incapaz de pedirle algo a una mujer, ni a nadie, a cambio de algo. Lo aprendí en mi familia”, señaló Orellana. “Es imposible que sea yo”, reiteró y destacó: “es una versión sacada de todo contexto, no tengo empleada en Diputados ni conozco alguna empleada, ni sé de alguien que me haya hecho una denuncia por insinuarme; es una confusión, porque es imposible que haya ocurrido”.
Finalmente, el parlamentario señaló que “el tiempo va a aclararlo todo, son dos días de mentiras, mientras que la voz de la verdad sale en un rato”.