El intendente tuvo que deshacer las valijas que ya estaban listas. El titular del Departamento Ejecutivo de Yerba Buena se quedó con las ganas de participar en el encuentro de alcaldes de todo el mundo que se desarrollará en Barcelona. Hay una sola razón para haber tomado esta decisión: el Concejo Deliberante de esa ciudad. Si Mariano Campero cruzaba el Atlántico, su sillón debía ser ocupado por el presidente del Concejo que hasta ahora sigue siendo Javier Jantus, ya que durante las últimas tres semanas no los ediles no han podido renovar las autoridades.

Cuando armaba sus bártulos para viajar, Campero empezó a hacer especulaciones y constató que si Jantus se hacía cargo de la intendencia, la presidencia del Concejo quedaba a cargo del peronista Héctor “Pilón” Aguirre. Al ser presidente, cualquier empate en una votación del cuerpo el voto de Aguirre valdría dos. De esta manera, quedaba abierta la posibilidad de que el Concejo destrabara la elección, pero que termine poniendo un presidente afín al peronismo y no al radical Campero que forma parte de la coalición Cambiemos.

En Yerba Buena todos los últimos jueves se abre la instancia de que se elijan las autoridades y luego se frustra. Hoy iba a repetirse esa historia. En la oportunidad debían ocuparse de dos temas que vienen postergándose. Por un lado la incorporación al cuerpo del concejal Rodolfo Aranda, quien pasará a ocupar la banca que había dejado vacante Lisandro Argiró, quien abandonó el cuerpo deliberativos para incorporarse al Departamento Ejecutivo como secretario de Gobierno. Si Aranda asumiera, también se destrabaría la elección a presidente del cuerpo, pero en ese caso el elegido sería afín al intendente radical.

Es posible que al no viajar Campero las cosas sigan trabadas en el Concejo. Aranda seguramente no podrá jurar como edil ni tampoco parece factible que se renueven las autoridades. No obstante, el oficialismo insistirá: para ello el presidente Jantus convocaría a sesión para las 18 de hoy, sin saber si fructificaría la elección.