BELO HORIZONTE.- La Selección Argentina no levanta. Al contrario, juega cada vez peor y hoy lo pagó caro nada menos que en el clásico ante Brasil, que haciéndole precio, le ganó 3 a 0.
Después de tres jornadas ausente por lesión, la vuelta de Lionel Messi al equipo de Edgardo Bauza implicaba una dosis de optimismo para el inicio de una levantada futbolística que permita auxiliarlo teniendo en cuenta que hoy por hoy está afuera de la próxima cita mundialista. Sin embargo, volvió a quedar claro que ni "Leo" (ni nadie) puede solo. El equipo no acompañó al astro y volvió a fallar en cada una de las líneas.
Argentina careció de chances de peligro y no se le cayó una idea en el medio. Ahí Brasil aprovechó, de la mano de un Neymar encendido y un Coutinho que abrió la cuenta con un zapatazo inatajable para Sergio Romero. Eso fue anuncio de lo que se vendría ante una Argentina que nunca reaccionó.
Neymar copó la parada después de la ventaja y comenzó a lucirse en equipo, algo que no pasó en la vereda del frente. Messi se topó con sus marcadores y no econtró aliado ni en el medio ni arriba. Por eso Neymar tuvo premio: él mismo encontró el segundo sobre el cierre del primer tiempo.
Ese 2-0 se sintió pero no ayudó. Argentina, pese a los cambios (que fueron los mismos de siempre), volvió a entrar mal en el complemento y no sufrió una goleada estrepitosa sólo porque Brasil no tuvo la mejor puntería. Claro que el 3-0, cortesía de Paulinho, terminó siendo el moño carioca y la sentencia para los del "Patón".
Su equipo fue ayudado por los resultados ajenos en la fecha que pasó, pero no hizo nada por su cuenta para volver a la zona de clasificación y sigue sufriendo. ¿Qué hace falta en la Selección? ¿Hasta cuándo Bauza bancará nombres que hoy volvieron a demostrar que no pueden seguir jugando en el equipo? Higuaín, Agüero, Di María y hasta Mascherano aparecen en la lista de sustituíbles. No hay mucho más tiempo que perder.