La decisión del Gobierno nacional de eliminar a partir de marzo los aranceles de importación -hoy en 35%- para computadoras, netbooks y tablets, ya está generando controversia entre los empresarios argentinos.

Y es que si bien esta eliminación implicaría una baja del 50% en el precio final de esos productos y la ampliación de la oferta y calidad de los bienes que se consiguen en el mercado local, también -dicen algunos sectores- provocaría una ola de despidos. Así lo señalaron el titular de la Asociación de Fábricas Argentinas de Terminales de Electrónica (Afarte), Federico Hellemeyer, y el de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Cadieel), Jorge Cavanna.

Consumo resentido

Hellemeyer advirtió que el sector deberá despedir a los empleados si es que efectivamente el Gobierno elimina el arancel del 35% de productos informáticos a partir de marzo de 2017, tal como fue anunciado oficialmente. En ese sentido, el empresario afirmó que sólo en Tierra del Fuego hay 500 puestos de trabajo afectados a ese rubro, pero dijo que también en la provincia de Buenos Aires hay empresas fabricantes del sector informático. “Esto se da en un contexto del año donde la prosperidad del segundo semestre nunca llegó, y todavía está muy resentido el consumo de productos electrónicos”, dijo el empresario.

En declaraciones a radio La Red, Hellemeyer puso en duda además que la baja del arancel implique una reducción del 50% del precio, ya que el cargo que sufren las computadoras que ingresan al país es del 35%.

Por su lado, Cavanna, calificó al anuncio realizado por el Ministerio de la Producción como una muy mala señal para las PyME tecnológicas. Y coincidió con Hellemeyer en que la rebaja en el precio al público no llegará al 50% previsto por la Secretaría de Comercio. “Podrán bajar a lo sumo un 20%, pues hay costos financieros, impositivos, de logística y comercialización que no se modificarán”, agregó el empresario. Cavanna ejemplificó que en la cadena de comercialización argentina el promedio de utilidad por cada computadora es de un 50% y lo contrastó con Chile donde ese promedio cae a la mitad.

Preocupación

Por su parte, los fabricantes de computadoras, memorias, distribuidores y PyME de venta minorista al consumidor final también expresaron su preocupación por la eventual merma en las ventas de notebooks, computadoras y tablets que se generaría en los próximos meses, debido a la eliminación de los aranceles de importación. “La medida está perfecta, porque nos acerca a mercados como el chileno. El problema es el mientras tanto, los cuatro meses que faltan para marzo, cualquier consumidor final y más aún una empresa, no va a comprar nada, todos van a postergar sus compras hasta marzo”, afirmó Hernan Chapitel, de la firma de motherboard Asrock. Fin de año es una de las fechas esenciales.

El plan

Según el Gobierno, el sector emplea a 4.900 trabajadores pero la medida golpeará sólo a 1.000. Como anunció en su Plan Productivo Nacional, que tiene como guía el proceso de transformación productivo australiano, las cerca de 15 empresas locales que producen estos bienes (en un 74% en territorio porteño o bonaerense y no en Tierra del Fuego) recibirán incentivos oficiales para su reconversión.

Para aquellos que puedan ser despedidos, habrá capacitación, un seguro laboral y serán parte de acuerdos con nuevos empleadores. El Estado subsidiará hasta el 50% del salario, según confirmaron las autoridades.

Para el Gobierno, la mayor oferta de dispositivos y computadoras generará un mercado más grande de reparación de electrónicos y de refurbished (electrónicos usados que vuelven a las fábricas y son luego revendidos) y que generará 15.000 empleos en tres años.

Según datos oficiales, la Argentina es el país más caro en materia de tecnología. Una computadora cuesta un 80% más que en Colombia, 50% más que en Chile, y casi el triple que en Estados Unidos (175% más). “El sobrecosto lo pagan las PyME y los hogares”, estimaron en Comercio. Desde 2011 el mercado se mantiene estancado en 1,5 millón de unidades anuales.