Un partido de cricket, la historia de los autitos Scalextric o la revisión de una antigua colección de estampillas de correo. Todo eso relatado con imágenes apacibles y con un sonido relajante, casi rozando lo aburrido. O un video de ocho horas de duración únicamente con grabaciones de caídas de agua en la naturaleza. Esas son algunas de las opciones de contenido de Napflix, una nueva plataforma de streaming de video que vino para cumplir con un único objetivo: ayudarte a descansar, a dormir plácidamente.

Su nombre es la conjunción de la palabra inglesa Nap (cuya traducción no es otra cosa que “siesta”) y flix, en alusión a Netflix, el sitio de películas y series online más usado en estos tiempos. “Todos conocemos el insomnio: el cuerpo quiere dormir, pero la mente todavía está despierta y activa. ¿Cómo hacer que la cabeza frene?”. Con esas ideas fuerza, un dúo de publicistas españoles lanzó hace poco más de una semana este servicio, hasta el momento gratuito, promovido como “la más silenciosa selección de contenidos para relajar el cerebro y facilitar el sueño”.

Sus creadores son Víctor de Tena (31 años) y Francesc Bonet (41), quienes aseguran que no han gastado más que un poco de su tiempo en poner en órbita la plataforma y que tampoco han recibido dinero, ya que todo el contenido proviene de YouTube.

Deportes, documental, música, educación, videojuegos (se muestran partidas enteras de videojuegos), diario, rélax, cine, religión, publicidad son las categorías en las que se organizan los contenidos de Napflix, el sitio donde “tomar una siesta alcanza otro nivel”.

Entre las maravillas audiovisuales de este somnífero canal aparecen un documental sobre la vida de los pandas, tediosos partidos de tenis, una añeja grabación del ballet El lago de los cisnes y hasta la retransmisión de una misa en latín. “El espectador sabe que no va a pasar nada, que no se va a perder nada si cierra los ojos. Y se duerme”. Así describe el mecanismo de su sitio Víctor de Tena, en un artículo publicado por la BBC.

Según asumen sus creadores en la entrevista con el periódico inglés, sus aburridísimos videos están teniendo un éxito inesperado. Por necesidad o por curiosidad, a poco más de una semana de su lanzamiento el sitio ya recibe unas 100 visitas por minuto. “Sí. Es increíble. 100 personas entran en Napflix cada minuto. Nos ve gente desde Rusia, Holanda, México, Uruguay, Japón, Argentina… De todos los lugares del mundo”, enumera de Tena. “Nuestro objetivo es dignificar la siesta, un hábito excelente que, por desgracia, se está perdiendo”, agrega.

En LA GACETA probamos esta nueva y adormecedora propuesta y verdaderamente cumple su cometido. Entre varios títulos se ofrecen desde clases magistrales de científicos reconocidos en todo el mundo (nada más que una cámara fija mientras el experto da su clase frente al pizarrón) y conferencias de grandes académicos hasta la historia de la infanta Elena. Para algunos puede resultar nada interesante, pero para otros pueden ser joyas que no se encuentran fácilmente, por más que estén disponibles en YouTube. Hemos encontrado dos únicas contras: no permite la reproducción en pantalla completa y ningún título cuenta con subtítulos en español.

"Lo ideal es ir a la cama a dormir, no a ver televisión ni a chatear con el celular"

“Algo aburrido y relajante, los sonidos suaves, las imágenes que sean poco estridentes, etcétera, por supuesto que ayudan muchísimo a dormirnos. Sin embargo, lo ideal y el consejo general es que hay que ir a la cama a dormir, no a ver televisión ni a chatear con el celular”, aconseja Jorge Ávila, médico especialista en trastornos del sueño. El profesional fue consultado por LA GACETA sobre el lanzamiento de Napflix, la nueva plataforma de videos que, por el aburrido contenido de su programación, prometen ayudarnos a concebir el sueño.

“Nosotros lo que recomendamos es mantener lo que conocemos como higiene del sueño: no llevar dispositivos a la cama, acostarse y levantarse a la misma hora, no hacer ejercicios físicos a última hora, no consumir cafeína ni alcohol después de las 18, comer liviano... y también armarse de ciertos rituales que permitan que el cuerpo se relaje; en esto último podría entrar la posibilidad de poner un video aburrido, sin sobresaltos, con música suave y relajante, como es la propuesta de esta plataforma”, señaló.

Respecto de la siesta, el médico guarda algunos reparos. “Se puede dormir la siesta y de hecho hace bien, pero no más de 15 o 20 minutos. Es todo lo contrario de la siesta tucumana”, advirtió. Según Ávila, en muchos países de Europa las empresas están promoviendo que sus empleados duerman una minisiesta en lugares específicos para tal fin, ya que está científicamente comprobado que mejoran su rendimiento durante la tarde. “Entre las 13 y las 15 baja el nivel intelectual del cerebro, entonces es ideal para aprovechar ese lapso para un descanso. Lo que no quiere decir que vayamos a dormir dos horas. En 15 minutos el cerebro se limpia y puede volver a arrancar, pero en dos horas entra en un sueño profundo y cuando nos levantamos tenemos ganas de patear a alguien, no de trabajar. Y además le quitamos dos horas al sueño nocturno”, aseveró.

“Enemigos”

El ritmo de vida moderno, la luz eléctrica, el sonido de la calle, los dispositivos móviles que se cuelan en la cama... todos son enemigos del descanso de calidad. “El tema con los celulares, pantallas led y tablets es el peor, porque la luz azul que emiten alteran severamente la producción de melatonina (la hormona que regula el reloj biológico) y perjudican el descanso. El problema con todo esto es que al día siguiente rendimos menos, tenemos somnolencia y, en casos extremos, podemos producir accidentes”, destacó.

Por último, el médico contó que en un viaje que hizo a principio de año a Oxford se interiorizó acerca de uno de los últimos estudios que se realizan en su campo. “Se está probando con 10.000 estudiantes, la mitad de ellos que continúen entrando a la escuela a las 7.30 como lo hacen habitualmente y la otra mitad que entre a las 10.30. La hipótesis, que se confirmará o no dentro de cinco años, apunta a que el segundo grupo tendrá un mejor rendimiento escolar que el primero, dado que se sabe que durante las dos primeras horas de escuela (de 7.30 a 9.30) el cerebro aún está dormido”, finalizó.