Marcos Peña, el jefe de Gabinete del presidente Mauricio Macri, tiene la impronta del PRO, con la moda “casual friday”. Con su saco y pantalón informal y unas llamativas zapatillas de cuero, Peña contrastaba con la formalidad del traje del gobernador tucumano Juan Manzur. Pero ambos coincidieron en el discurso: el de tirar todos del mismo carro para sacar a la Argentina adelante. Y el macrista recordó una frase del salteño Juan Manuel Urtubey, a quien también había visitado ayer: en cuestiones institucionales, todos se ponen la camiseta de la Selección Nacional. Peña trata de desdramatizar la situación del país, con frases cargadas de optimismo. Pero traza una línea de la Argentina que Macri recibió el 10 de diciembre pasado, en la entrevista que concedió a LA GACETA en su paso por Tucumán.

-Vino a presentar la conducción local de Cambiemos, ¿cómo se preparan para las elecciones?

-Estamos tranquilos, trabajando para consolidar nuestro espacio y la gobernabilidad, al mismo tiempo. No nos apuramos en las cuestiones electorales. Las cosas se irán acomodando, con mucho trabajo, para el año que viene.

-¿En qué medida incidirá la economía durante las elecciones de medio turno?

-La economía siempre es muy importante, pero no es lo único. Creo que vamos a tener un buen escenario económico, pero además creo que también va a pesar los cambios políticos que hemos propuesto respecto de la Argentina del pasado. Somos optimistas de que las cosas marcharán bien.

-¿Cree que ya pasó lo más crítico del tiempo de las correcciones?

-Todavía estamos terminando un año recesivo, pero las señales son que las cosas van mejorando de a poco. Y sí; pasó lo más difícil, pero creo que aún falta mucho. Hablamos de niveles de pobreza, de desigualdad y de falta de trabajo. Pero cada día es más claro que no estamos entrando en una crisis, sino que estamos saliendo de ella, mejorando la realidad económica y sentando las bases para crecer.

-Muchos sectores se preguntan qué puede pasar en diciembre, un período que siempre resultó traumático en el país...

-La Argentina está viviendo un clima de paz. Y estamos con optimismo de que las cosas van a mejorar con mucho diálogo entre políticos, sindicalistas y empresarios. Hoy el país está en una etapa muy distinta a la de otros momentos de la historia. Y, en ese contexto, no hay razones para pensar que en diciembre pueda haber problemas estructurales. Pueden haber algunos focos, como siempre los hay, como todos los días. En la Argentina siempre eso es una posibilidad, pero creemos que las cosas van a estar bien. No hay razones para estar preocupados.

-En ese cuadro, ¿cuánto incide la observación del ciudadano sobre lo que sucede en el país?

-La sociedad es la principal protagonista. Es la que decidió cambiar. La elección pasada fue un acto de confianza mutua. Nosotros confiamos en que los argentinos querían el cambio; los argentinos confiaron en nosotros como un gobierno distinto. Creo que eso sigue en pie. Estamos agradecidos con la sociedad por haber puesto el hombro en un año duro, comprendiendo de que las cosas se sinceraron frente a la realidad del país. No era un camino fácil, pero sí era el único camino que debíamos recorrer.

-¿A qué atribuye de que el país tenga otra imagen en el exterior, pero internamente es muy crítica?

-Es extraordinario el nivel de entusiasmo y de confianza que se ha generado en tan poco tiempo. En el primer semestre estábamos en default y hoy la Argentina se está endeudando a tasas que no ha tenido en su historia. Eso habla de la confianza no solo de la gestión, sino también de los propios argentinos. La mayoría de los argentinos de a pie esperan confiados de que las cosas salgan adelante. Hay que seguir mostrando resultados.

-La ex presidenta Cristina Fernández dijo que esta gestión está sobreendeudando al país...

-La deuda social, en infraestructura y en materia institucional que nos dejaron fue enorme. Nosotros estamos trabajando para poder saldarla. Hay que alejarse de los fundamentalismos. Estamos tendiendo puentes entre la Argentina que recibimos y la que queremos construir entre todos. Y hay que ver que la posibilidad de endeudarnos está relacionada con hacer un plan económico más gradual. Y es una oportunidad que da tiempo para ir haciendo los deberes y tener una situación de superávit para que el futuro endeudamiento sea un 100% para infraestructura.