Algunos son un terremoto de creatividad. Tienen ojos curiosos y mentes alocadas capaces de imaginar todo el tiempo lo que no existe. Otros, más estructurados, se ejercitan día a día para despertar en sus cabezas ideas innovadoras. Patricio Corvalán (31) está sentado en un aeropuerto. Ve a una mamá llevando una valija, en la que su hijo se ha trepado y se ríe a carcajadas. Podría diseñar un juguete con esas características, piensa. Su mente no se detiene. Acaba de ser finalista en el concurso nacional Innovar por haber inventado un adaptador para tablets que ayuda a las personas con baja visión a leer sin problemas. Ahora está pensando en nuevos proyectos. Como él, cada vez hay más jóvenes tucumanos que se suman al fenómeno del que está hablando el mundo entero: la economía creativa.

No importa si son grandes o pequeñas empresas. La creatividad es hoy un valor en alza. Pero ojo. Aunque hay muchos proyectos dando vueltas, los expertos en emprendedurismo son claros: con una idea brillante no basta. Para alcanzar el éxito, hay que pasar por todo un andamiaje de redes.

Para entender mejor el fenómeno de la creatividad basta ver estas cifras: la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que promociona y financia actividades relacionadas a la innovación productiva, adjudica más de 100 subsidios por año a iniciativas tucumanas. Precisamente en 2015 nuestra provincia logró captar casi $ 94 millones para 131 proyectos.

La cosa funciona así: en Tucumán, la Secretaría de Estado de Innovación y Desarrollo Tecnológico (Sidetec) difunde las distintas convocatorias de la Agencia. Los emprendedores interesados presentan su idea, que luego es evaluada a nivel nacional. Nuestra provincia se posiciona en el quinto lugar de proyectos aprobados, comenta el titular de la Sidetec, Mariano Garmendia. Las ideas que más financiación consiguen están relacionadas a las tecnologías de la información y biotecnología, especifica.

Eduardo Ricobelli, director de Extensión y Relaciones Institucionales de la Universidad Santo Tomás de Aquino (Unsta), y uno de los impulsores del programa Unsta Emprende & Innova, comentó que este programa tiene cada vez más inscriptos. Por año, se anotan más de 150 proyectos, señaló.

También desde el ámbito privado, los espacios que sirven de trampolín para los emprendedores son testigos de esta ola innovadora. En la Asociación de Empresas Tucumanas de Tecnología de la Información (Aetti), que gestiona fondos para emprendimientos en evolución y ayuda a desarrollar los proyectos, se presentan más de 180 ideas por año, detalló Jorge Leiro, miembro de Aetti. Hay trabajos realmente sorprendentes: bionanosensores que detectan contaminantes en efluentes, un cepillo de dientes que cambia de color ante la presencia de caries, un brazo robótico para que usen operarios que hacen tareas muy arriesgadas, porteros de edificios que se conectan a celulares, entre otros.

A desaprender

Cuenta Leiro que las ideas innovadoras son cada vez más valoradas en el mercado. Sin embargo, aclara que el camino de un emprendedor es muy difícil. Por eso, cuando los ayudan a formular un proyecto, lo primero que hacen en Aetti es invitarlos a “desaprender” y a empezar de cero.

Hoy se habla mucho de la importancia de la creatividad. Cada vez más jóvenes la ven como la forma de sobrevivir, especialmente en el área de la tecnología, donde se pueden explorar miles de opciones. Sin embargo, no se entiende bien cómo convertir una idea en un buen negocio, coinciden los expertos.

Los creativos consultados por LA GACETA señalaron que es mentira eso de que la gente nace con el “don” de la creatividad. Cualquiera puede entrenar su pensamiento. El primer paso es encontrar un problema. Y de ahí pensar en una idea. Después vienen varios pasos (investigación de mercado, creación del producto, pruebas, modelo de negocio, etc.) en los que los emprendedores pueden encontrarse de frente con muchos problemas que los obliguen a reformular sus ideas. Por eso, para que la lamparita de una idea brillante no se apague ante la primera piedra que aparezca en el camino, el consejo es: “enamórate del problema, no de la solución”.


 
1- buscá un problema 
Observá a tu alrededor. Escuchá a la gente. Todo el tiempo tiene algún problema.
2- ¡resolvelo! 
Pensá cómo resolver ese problema en tu día a día. ¿Qué podés hacer para dejar de odiar eso que odiás hacer?
3- copiá y mejorá 
Aprovechá las modas. Podés subirte a la ola con los demás o animarte a innovar. 
4 ¿sos único?
No tenés que ser perfecto. Pero sí revolucionario, único y valioso. Debés encontrar tu “diferencial de oferta”.
5- ¿te gusta? 
Si conseguís sacar provecho de lo que más te gusta hacer, nunca más volverás a un trabajo tradicional. Lo más importante es que amés lo que hacés.
6- mantenelo simple 
Tu idea se tiene que poder explicar con un mensaje corto y conciso, en apenas dos frases. Preguntate: ¿cómo ayuda tu producto a los demás?
7- escribilo 
Lo mejor de poner las cosas por escrito es que es más fácil encontrar los puntos débiles de nuestro proyecto. Las ideas cobran vida cuando las escribimos.
8- Conocete a vos mismo 
Buscá las herramientas que mejor se adapten a vos. Implementá las estrategias que mejor resultados creás que puedan darte.
9- planificate 
Establecé metas a revisar cada tres o seis meses y comprobá que estés cumpliendo los objetivos. Tu plan de acción debe ser consecuente con tus limitaciones.
10- generá ingresos 
Si querés que sobreviva, recordá hacer solo aquello que te genere beneficios.
 
fuente: asociación de empresas tucumanas de tecnología de la información (aetti)

10 pasos necesarios para que tu idea tenga éxito

1- buscá un problema 
Observá a tu alrededor. Escuchá a la gente. Todo el tiempo tiene algún problema.
2- ¡resolvelo! 
Pensá cómo resolver ese problema en tu día a día. ¿Qué podés hacer para dejar de odiar eso que odiás hacer?
3- copiá y mejorá 
Aprovechá las modas. Podés subirte a la ola con los demás o animarte a innovar. 
4 ¿sos único?
No tenés que ser perfecto. Pero sí revolucionario, único y valioso. Debés encontrar tu “diferencial de oferta”.
5- ¿te gusta? 
Si conseguís sacar provecho de lo que más te gusta hacer, nunca más volverás a un trabajo tradicional. Lo más importante es que amés lo que hacés.
6- mantenelo simple 
Tu idea se tiene que poder explicar con un mensaje corto y conciso, en apenas dos frases. Preguntate: ¿cómo ayuda tu producto a los demás?
7- escribilo 
Lo mejor de poner las cosas por escrito es que es más fácil encontrar los puntos débiles de nuestro proyecto. Las ideas cobran vida cuando las escribimos.
8- Conocete a vos mismo 
Buscá las herramientas que mejor se adapten a vos. Implementá las estrategias que mejor resultados creás que puedan darte.
9- planificate 
Establecé metas a revisar cada tres o seis meses y comprobá que estés cumpliendo los objetivos. Tu plan de acción debe ser consecuente con tus limitaciones.
10- generá ingresos 
Si querés que sobreviva, recordá hacer solo aquello que te genere beneficios.

Fuente: Asociación de Empresas Tucumanas de Tecnología de la Información (aetti)  


Cuatro prometedores inventos tucumanos

“MI LUPA” 

Una idea para ayudar a quienes tienen problemas para leer 

Estimulante. Así es el pequeño departamento que tienen en barrio norte Patricio Corvalán y Yolegmma Márquez, donde conviven un escritorio, una impresora, una bicicleta y una biblioteca. El joven de 31 años tiene en sus manos un círculo de unos 10 cm de diámetro, conectado por medio de una tira de mochila a un soporte de tablet. A simple vista puede resultar un objeto insignificante. Sin embargo, este dispositivo podría cambiarle la vida a las personas con impedimentos visuales (es la mayor discapacidad en el mundo; en Tucumán hay 56.000 personas con problemas de visión). Se llama “MiLupa” y fue la idea tucumana finalista entre 15.000 proyectos en el Concurso Innovar del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. 

¿De qué se trata? “Es una cosa sencilla, pero de muchísima utilidad”, explica Patricio. “Primero vimos que había una necesidad, que muchas personas tenían problemas para ver cuando leen y por sus escasos recursos no estaban en condiciones de comprarse un dispositivo de los que hay en el mercado (las lupas digitales cuestan entre $ 4.000 y $ 20.000). Por eso pensamos cómo hacer para que esa gente pueda desde su celular o una tablet tener una lupa digital, a la cual sumarle este dispositivo que permite ajustar la distancia exacta que necesitan para leer los textos con comodidad y en forma horizontal sobre una mesa”, resalta.

Márquez, que es venezolana y vive en Tucumán desde febrero, contó: “MiLupa es el resultado de una investigación que se inició hace un par de años en el Instituto de Tecnología de Rochester, Nueva York, donde ambos realizábamos un master en diseño industrial. Allá trabajamos directamente con una asociación dedicada al cuidado e inserción laboral de personas con diferentes niveles de discapacidad visual”. La idea es que MiLupa cueste entre $ 350 y $ 400. El producto incluye una aplicación de descarga gratuita que permite al usuario personalizar los ajustes de lectura (ángulo, contraste, tamaño de texto, captura de imagen). En caso de vivir lejos, el usuario podría comprar el archivo digital y mandarlo a imprimir en 3D.


“BIOPINTURA” 

Darles color a las paredes con los residuos de la industria láctea

Desde chico, Guillermo Corbalán trabajó en una empresa de pinturas familiar. Después de recibirse de contador soñaba con tener una idea brillante y poder crear algo propio. Así surgió el emprendimiento de “Biopintura”. “Se trata de una pintura látex de interior y exterior que se fabrica a partir de los residuos de la industria láctea. Es un producto no tóxico que, por ejemplo, permitirá que un hospital sea pintado sin tener que mover a los pacientes de sus camas”, señala Guillermo. En su camino como emprendedor se le cerraron muchas puertas. Pero se le abrieron otras. Encontró un equipo de ingenieros en Río Cuarto, Córdoba, que probó la calidad del producto que pronto saldrá al mercado a un precio más económico que las pinturas tradicionales, destacó. “El camino fue largo, pasamos muchas pruebas por centros tecnológicos, tuvimos que hacer varias correcciones. Lo importante es tener el valor de seguir adelante para cumplir el sueño, todo es posible si tenemos actitud. Y aquí estamos. La idea es venderla en todo el país, en Sudamérica y ¿por qué no? en el mundo”, resalta Corbalán.


“EMIBIKE” 

La bicicleta que ayuda a rehabilitar niños con parálisis cerebral

“Ernibike”, una de las ideas tucumanas más famosas de los últimos tiempos, comenzó como una tesis de su creador, Diego Blas, un joven de 27 años, ingeniero industrial. Se trata de una bicicleta diseñada para niños que sufren parálisis cerebral ya que logra transformar un paseo en un ejercicio de rehabilitación. Se trata de una bici común que en su parte de adelante tiene acoplada una silla postural. Los pedales de atrás, impulsados por un adulto, ponen en funcionamiento la bici, mientras que los de adelante (donde pone los pies la persona a rehabilitarse) se mueven solos a un ritmo mucho más lento, logrando así el proceso de rehabilitación. “La verdad es que este proyecto nunca tuvo como principal objetivo hacer dinero, sino aportar un poco de ingeniería al bienestar y la felicidad de niños con esta problemática. Pero fueron tantos los pedidos que recibí que decidí desarrollar el emprendimiento”, señala Diego. “Para la producción teníamos que conseguir inversores y eso fue todo un tema. En el camino encontramos gente muy buena y también gente con intenciones de aprovecharse de nosotros para sacar un beneficio económico desmedido. Pero aquí estamos, seguimos para adelante. Fuimos mejorando y optimizando la producción. Ahora estamos fabricando la segunda tanda de bicicletas a un precio muy accesible para que las familias puedan tenerla”, destacó el joven, que estuvo este año en Tecnópolis. “Creo que lo importante de un emprendedor es insistir hasta el cansancio con su idea; no darse por vencido”, sostiene.


“PIK MY DAY” 

Una aplicación móvil y web que redefine la forma de hacer eventos

Gastón Páez Salas se estaba por casar y entonces sufrió en carne propia el estrés que significa organizar un evento. Charlando con dos ex compañeros de colegio, Marcos Ganassin y Marcos Sebastián Ragone, pensaron en cuál podría ser una manera de ofrecer un servicio que facilite el trabajo de quienes quieren dar una fiesta. Así surgió “Pik my day”, un proyecto que pretende redefinir la forma en que se hacen los eventos. “Se trata de una aplicación web y móvil que permite organizar eventos públicos o privados. Es un espacio común gratuito donde las personas podrán resolver todo en forma conjunta, mediante la creación de un comercio justo y competitivo. Allí se conectarán organizadores y proveedores. Además, habrá galerías de fotos para cada acontecimiento. También podrán opinar los invitados”, detallan los creativos. Dos de ellos son economistas y uno es administrador de empresas. El equipo está participando del camino emprendedor de Aetti (Asociación de Empresas de Tecnología de la Información) y falta muy poco para que puedan lanzar al mercado el proyecto. “El camino del emprendedor está lleno de obstáculos. Se necesita de un buen equipo y hay que invertir muchísimo tiempo”, resume Páez Salas.