A lo lejos se divisaba el rostro de Ernesto Guevara. La imagen del inmortal guerrillero se acercaba cansinamente hacia la esquina de Laprida y Chile. El viento del domingo -escaso, pero suficiente- la hacía flamear por momentos. La cara del “Che” jerarquizaba un par de arrugados metros cuadrados de tafeta celeste, atados a un palo plástico sostenido por Gabriel Zárate, de 36 años.  

La pintura, dibujada en el centro de la bandera, emula acaso la más famosa fotografía del “Che”. Se trata de la imagen tomada por Alberto Díaz -conocido como Alberto Korda-, el 5 de marzo de 1960, en La Habana, que fue bautizada con el nombre de Guerrillero Heroico. Esa foto sintetiza la entera figura del “Che” que, a su vez, funciona como símbolo de los valores que encarnó el argentino, uno de los referentes de la Revolución Cubana.

Así lo entiende Gabriel. “El ‘Che’ significa el federalismo para todos nosotros, que somos del interior. Y Atlético asociado al ‘Che’, a ese federalismo, para que el centro no sea Buenos Aires”, explica. Aunque cuenta que la bandera tiene ya unos cuatro años, en las últimas semanas parece haber cobrado mayor vigencia que nunca su significación.

En especial, por el debate que se armó en torno de la sexta plaza argentina para la Copa Libertadores 2017. “Por supuesto que sí; esto es lo que nos empuja hoy a hacerla flamear con más fuerza que nunca. Porque ese cupo de verdad nos corresponde a nosotros, por mérito deportivo. No se trata solamente del anhelo de unos cuantos fanáticos”, afirma este hincha “decano”.

Gabriel sabe que Guevara se reivindicaba hincha de Rosario Central; pero lo considera un dato de menor importancia. “Más que nada, su imagen representa el interior del país; y nosotros lo ponemos en la bandera del ‘Deca’, porque es un equipo del interior; es el equipo que está en nuestros corazones”, señala. Añade que siempre llevan el “trapo”; no sólo cuando juegan de local. “Afuera también. En cada momento, el ‘Che’ está presente; es el federalismo, es nuestra bandera”, insiste.

Sentimientos

Pero más allá del respeto que le inspiran la vida y la prédica del “Che”, Gabriel no confunde sus sentimientos. “Respetamos sus valores; y hasta los acompañamos, por supuesto. Pero nuestro amor es por Atlético Tucumán”, precisa.

Faltan un par de horas para que comience el partido entre el “Deca” y Boca. Gabriel se despide de LG Deportiva y retoma su marcha hacia la tribuna; quiere ganar un buen lugar, en lo alto, para que el rostro excesivamente serio del “Che” baile al ritmo de las canciones de los hinchas “decanos”. En especial, con aquella que dice: “la Copa Libertadores es mi obsesión...”.