El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó a otras nueve víctimas del terrorismo de Estado sepultadas en Pozo de Vargas, con lo que suman 87 las identificaciones de personas asesinadas cuyos restos arrojaron los represores a ese enterramiento clandestino que funcionó en San Miguel de Tucumán.
Esas personas son Ricardo Romualdo Abad, Azucena Ricarda Bermejo García, Alicia Dora Cerrota, Arnaldo César Correa, Juan René Lazarte, Carlos Raúl Osores, José Francisco Toloza, Jorge Luis Romero y Roberto Julio Romero, confirmaron a Télam fuentes del Juzgado Federal 2 de Tucumán, a cargo del juez Fernando Poviña.
El denominado Pozo de Vargas fue utilizado como fosa común clandestina de desaparecidos asesinados desde el comienzo del Operativo Independencia en 1975 y durante la última dictadura.
El EAAF realiza pericias genéticas al conjunto de restos óseos exhumados en el Pozo de Vargas por el equipo de peritos del Colectivo de Arqueología Memoria e Identidad de Tucumán (Camit).
En cuanto a las nueve personas ahora identificadas, Abad fue secuestrado por segunda vez el 4 de mayo de 1975 de su casa en la localidad de Santa Lucía y desde entonces estaba desaparecido.
Bermejo García fue secuestrada a los 23 años el 2 de noviembre de 1976, estaba embarazada y se ignora el paradero del hijo o hija que probablemente haya tenido en cautiverio.
Cerrota fue secuestrada a los 27 años junto a su pareja, el periodista y poeta José Eduardo Ramos, el 2 de noviembre de 1976. Ambos eran militantes de Montoneros. También estaba embarazada y se ignora lo ocurrido al hijo o hija que debió haber nacido en cautiverio en junio o julio de 1977.
Correa fue secuestrado el 27 de enero de 1977 a los 28 años, cuando se desempeñaba como dirigente sindical del ingenio Providencia, en La Trinidad.
Lazarte era soldado conscripto cuando lo secuestraron en la Banda del Río Salí el 24 de diciembre de 1976, a los 22 años.
Osores fue secuestrado en su casa de Ranchillos en Cruz Alta a los 26 años, y Toloza el 24 de mayo de 1977 a los 27 años.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó a otras nueve víctimas del terrorismo de Estado sepultadas en Pozo de Vargas, con lo que suman 87 las identificaciones de personas asesinadas cuyos restos arrojaron los represores a ese enterramiento clandestino que funcionó en San Miguel de Tucumán.
Esas personas son Ricardo Romualdo Abad, Azucena Ricarda Bermejo García, Alicia Dora Cerrota, Arnaldo César Correa, Juan René Lazarte, Carlos Raúl Osores, José Francisco Toloza, Jorge Luis Romero y Roberto Julio Romero, confirmaron fuentes del Juzgado Federal 2, a cargo del juez Fernando Poviña.
El denominado Pozo de Vargas fue utilizado como fosa común clandestina de desaparecidos asesinados desde el comienzo del Operativo Independencia en 1975 y durante la última dictadura.
El EAAF realiza pericias genéticas al conjunto de restos óseos exhumados en el Pozo de Vargas por el equipo de peritos del Colectivo de Arqueología Memoria e Identidad de Tucumán (Camit).
En cuanto a las nueve personas ahora identificadas, Abad fue secuestrado por segunda vez el 4 de mayo de 1975 de su casa en la localidad de Santa Lucía y desde entonces estaba desaparecido.
Bermejo García fue secuestrada a los 23 años el 2 de noviembre de 1976, estaba embarazada y se ignora el paradero del hijo o hija que probablemente haya tenido en cautiverio.
Cerrota fue secuestrada a los 27 años junto a su pareja, el periodista y poeta José Eduardo Ramos, el 2 de noviembre de 1976. Ambos eran militantes de Montoneros. También estaba embarazada y se ignora lo ocurrido al hijo o hija que debió haber nacido en cautiverio en junio o julio de 1977.
Correa fue secuestrado el 27 de enero de 1977 a los 28 años, cuando se desempeñaba como dirigente sindical del ingenio Providencia, en La Trinidad.
Lazarte era soldado conscripto cuando lo secuestraron en la Banda del Río Salí el 24 de diciembre de 1976, a los 22 años.
Osores fue secuestrado en su casa de Ranchillos en Cruz Alta a los 26 años, y Toloza el 24 de mayo de 1977 a los 27 años.