Seguramente alguna vez lo escuchaste cantar y, sin dudas, lo viste en la TV. Leandro Robín fue finalista de Gran Hermano 2016 y, poco después de haber salido de la casa más famosa de la televisión, se animó al desafío de LA GACETA.
Leandro inició su camino artístico en la música y hoy, después de varios pasos por la pantalla, sigue eligiendo los escenarios como su hábitat natural.
A los 29 años, ya tiene un espacio propio: en 2012 estuvo entre los artistas locales que pasaron a la final de “Soñando por cantar”. Desde entonces, y a fuerza de su pasión por el folclore, se hizo un sello y un público; de hecho, posee un grupo de seguidoras que se autodenominan las “robineras”.
Familiero, lleno de amigos y muy simpático, Leandro se animó a responder todo en el ping pong de LA GACETA, por el que ya pasaron el "Tucu" López y Caro Glasberg. Además, desafió a otra artista tucumana a sumarse a esta serie ¿Te imaginás quién puede ser?