Miles de historias se mezclaron en las celebraciones por la canonización del Cura Brochero. Una más particular que otra. Y un caso de ello fue el de Graciela D’ Avila, de 81 años. La mujer es sobrina-bisnieta del religioso cordobés y estuvo participando en la jornada, junto a miles de fieles, en la Plaza de San Pedro, Roma.
El lugar estuvo colmado de banderas y alegría o cualquier otra referencia de Argentina. Timoteo, de 5 años, compartió ese clima con sus padres vestido de gaucho. Habían llegado desde la localidad cordobesa de Río Cuarto.
“Hubo personas de distintos países, diferentes lenguas y de todas las edades; hombres y mujeres movidos por la fe. Pero entre la muchedumbre sobresalía un grupo inmenso de argentinos”, contó Graciela Jerez desde Roma.