1. En 2016 Atlético ganó las tres veces que jugó contra los grandes: venció a Racing, Boca y ahora Independiente (aún no jugó con River y San Lorenzo). Y en Avellaneda, ganó por segunda vez consecutiva (lo había hecho en el 3-1, por la B Nacional, la noche del inolvidable gol de Luis Rodríguez). Fue la tercera alegría en la historia, después de un 2-0 en el Nacional 84.
2- Atlético, en el contragolpe, se siente como en casa. Es cierto que Independiente tuvo algunas situaciones para descontar (un cabezazo de Diego Vera en el travesaño y algunas salidas fallidas de Josué Ayala, que compensó con seguridad debajo de los tres palos), pero el “Decano” estuvo muy cerca del tercer gol. Rodríguez, Lucas Villalba y Zampedri podrían haber sentenciado una goleada.
3. Independiente quedó envuelto en la telaraña del “Decano”. Un rival tan confundido que, en el final del primer tiempo, sufrió la infantil expulsión de Gustavo Toledo. Faltaban 45 minutos pero, como si estuviese entregado, Gabriel Milito abrió el segundo capítulo con la apuesta a dos cambios que parecieron apresurados, a todo o nada. Y fue nada, porque a los 8’ llegó el gol de Leandro González, que sentenció el duelo.
4. Minuto 1. Comenzaba a quedar atrás el morbo de una semana atípica, con los dos clubes peleando un lugar en la Copa. Recostado en la izquierda, González mete un pase quirúrgico para Zampedri, que le gana a Tagliafico, acolchona la pelota y define. En el banco, Azconzábal, siempre medido, salta como si quisiera tocar el cielo. El gol también parece suyo: González y Zampedri fueron sus apuestas.
5. El DT ensayó seis cambios, algunos fuertes: afuera Menéndez, adentro Zampedri, encantado de convertirles a los equipos de Avellaneda (ya le había marcado a Racing en febrero). Afuera Lucchetti, anoche suplente y reemplazado por Ayala, otro especialista ante los grandes (titular ante Boca en febrero. Canuto debutó como titular (por Sbuttoni) y mostró personalidad. Nombres nuevos, espíritu renovado.
6. El gol al minuto ayudó pero el primer tiempo también fue una paliza táctica. Azconzábal encontró espacios por las bandas para lastimar a Independiente de contra, por la derecha gracias a Aliendro y por la izquierda con González, la figura. El “decano” llegó con profundidad varias veces y, de no ser por alguna mala decisión, podría haber hecho el segundo antes del descanso.