Tenían todo para bañarse de gloria, en la carrera que soñaron con ganar cuando hace algunos días se les ocurrió la “locura” de tomar parte. Pero lo que iba a camino a ser una consagración para Matías Giampietri y Franco Ayuso se frustró tras el paso del río, camino a La Sala. Así, la edición XXVI del Rally Transmontaña fue, en su clasificación general, para una dupla patagónica, la compuesta por Marcos Giustozzi-Cristian Arriegada.
Más de 1.000 corredores se encolumnaron en la salida de El Cadillal, a primera hora del día, para tomar parte de la tradicional competencia que organiza el Club Tucumano de Enduro y Rescate. La fresca temperatura de la mañana y algunos bancos de neblina en las serranías no fueron impedimento para que el entusiasmo fuera en aumento.
Al tronar de las motos, la expectativa invadió a todos. Por delante, quedaban 150 kilómetros de competencia, en un terreno que se intuía complicado no sólo por la geografía, sino por la lluvia que se registró en la provincia en los últimos días. El asunto fue que todo salió sin complicaciones, más allá de las habituales caídas y demoras de algunos competidores.
La carrera se decidió tras el cruce del río. La KTM 350cc de Ayuso empezó a fallar. Los ingentes esfuerzos por hacerla arrancar fueron en vano. “Ni siquiera daba para que Matías me lleve en la suya, porque faltaba un largo trecho. Así que no hubo más que hacer. Más allá de la bronca por la oportunidad perdida, uno termina entendiendo que carreras son carreras” contó Ayuso. Giustozzi-Arriegada tomaron la posta de la vanguardia y no la dejaron hasta el final. Ya en La Sala, ambos se dejaron ver emocionados, por haber inscripto sus nombres como ganadores de una prueba que este año tuvo carácter internacional.
Para los tucumanos, al menos quedó el segundo y el tercer puesto del podio general, gracias a los trabajos de las duplas José Cebe-José Manuel Paz y Walter Ibáñez-José Carbonell.