El escrutinio definitivo confirmó ayer la tendencia del domingo: el oficialismo en la Unión Cívica Radical obtuvo casi el 60% de los votos y se quedó con la mayoría de los cargos partidarios en juego. Sin embargo, las nuevas autoridades no podrán aún ser proclamadas, debido a que la oposición apeló resoluciones de la junta electoral del partido y, ahora, los comicios se resolverán en la Justicia Federal.
Según el recuento final de votos, la Lista Roja y Blanca obtuvo 7.255 adhesiones, mientras que la Roja A se quedó con 4.755 sufragios. De esta manera, el espacio canista, que propuso a Julio César Herrera como titular de la Junta de Gobierno, se quedaría con la conducción del distrito local de la UCR y con 10 de los 15 cargos en ese órgano. En el caso de la Juventud Radical, las elecciones fueron más reñidas: 784 optaron por Exequiel Soria (en el voto figuraba con el apellido Carugatti) y 693 radicales lo hicieron por Maximiliano García, según los datos de la junta partidaria.
No obstante, la palabra final la tendrá la Justicia Electoral Nacional, ya que allí serán redireccionados los recursos de apelación presentados por el apoderado de la Lista Roja A, Marcelo Seidán. Además, este espacio interpondrá hoy una medida cautelar, para evitar la proclamación de autoridades.
La Lista Roja A, que impulsó como presidente del partido al legislador Ariel García, denuncia que el oficialismo apeló al fraude. “En la UCR no se puede tener un doble discurso, una doble moral, una doble manera de actuar, porque estaríamos ensuciando una historia de 125 años de lucha partidaria contra el fraude y a favor de la transparencia y la defensa del sistema democrático”, dijo el vicepresidente segundo de la Cámara. García, ante los incidentes, renunció a su postulación partidaria. “Vulnerar la voluntad de los radicales es retroceder a los tiempos de la revolución de 1890. Quisieron imponer el fraude en una elección que debió ser normal”, completó.