SAN PABLO.- La debacle del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, que perdió 374 ciudades en las elecciones municipales, entre ellas la poderosa San Pablo, abre interrogantes sobre el futuro electoral del ex presidente, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, y la izquierda en general, y catapulta como candidato presidencial para 2018 a Geraldo Alckmin, el gobernador paulista que aparece como el gran vencedor político del año.

También ha vencido el discurso de la antipolítica, tal vez un germen de un movimiento popular nacido en 2013, con manifestaciones contra el aumento de la tarifa del ómnibus, seguido por los manifestantes que pidieron el juicio político a Dilma Rousseff y el más reciente “Fuera Temer” en reclamo de elecciones anticipadas.

Alckmin, del sector más conservador del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), logró imponer la candidatura del magnate Joao Doria, que con 53% obtuvo en primera vuelta, -la primera vez en la historia- la alcaldía de San Pablo, dejando en un lejano 18% a Fernando Haddad, del PT.

En carrera

El gobernador paulista impuso a Doria contra varios caciques de su partido, como el canciller José Serra, quien no hizo campaña por el candidato, y el ex presidente Fernando Henrique Cardoso. Ahora, Alckmin se posiciona para la presidencial de 2018, luego de haber sido candidato en 2006, derrotado en el balotaje (segunda vuelta) por Lula.

“El resultado sin dudas favorece a Alckmin para 2018. Aecio Neves, candidato del PSDB en 2014 y presidente del partido, quedó en desventaja contra Alckmin”, dijo el analista político Claudio Couto, profesor de gestión pública de la Fundación Getulio Vargas.

El retroceso

Pero, sin dudas, el desgaste del PT frente a la operación anticorrupción ‘Lava Jato’, la crisis general que involucró la destitución de Rousseff en el Senado, el 31 de agosto, y las acusaciones de corrupción contra Lula causaron la mayor noticia tras las elecciones en el mayor partido de izquierdas de Latinoamérica.

El PT perdió 374 ciudades. En 2012, había ganado 630 y en 2016, obtuvo 256 y apenas una capital, Río Branco, en el amazónico estado de Acre, fronterizo con Bolivia y Perú.

Antes de la elección municipal de 2016, el PT era el tercer partido en número de alcaldes y ahora cayó a la décima posición.

El Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB) de Michel Temer -el actual presidente- se consolidó como el más grande del país, con 1.028 alcaldías, pero perdió el segundo distrito municipal del país, la ciudad de Río de Janeiro, y logró un cuarto lugar en San Pablo.

En Río, dos partidos pequeños pasaron a la segunda vuelta: el pastor evangelista Marcelo Crivella, senador del Partido Republicano Brasileño (PRB), y el docente Marcelo Freixo, de Socialismo y Libertad (PSOL), dejando atrás al candidato del alcalde saliente y organizador de los Juegos Olímpicos, Eduardo Paes. (Télam)