“La verdad es que se siente bronca. No es que perdí el tiempo, pero es chocante ver que las autoridades no cumplen con una ley nacional. Qué esperan de la sociedad”, fue la reflexión de Jonathan Villarroel, uno de los aspirantes que presentó el recurso de amparo en la Justicia Federal para frenar el examen de ingreso de 2016. En marzo se recibió de Enfermero, luego de rendir el acceso a Medicina en años anteriores y no llegar al cupo.

Sin embargo, no abandona su deseo de ser médico, aclaró. Por lo tanto está analizando cursar el Ciclo de Iniciación (CIU) y rendir el examen en abril. “Todavía no sabemos nada más de lo que se publicó en la web de la facultad”, expresó. Las autoridades de la facultad confirmaron que el próximo año este ciclo será gratuito, una cuestión clave para muchos aspirantes.

“Nosotros pagábamos $800 por mes durante cinco meses”, comentó Villarroel.

En tanto, desde el centro de estudiantes de Medicina expresaron su repudio a la decisión de la facultad de mantener el cupo de ingreso. Lo tildaron de “excluyente y discriminador” porque además de reducir las posibilidades de ingreso, los aspirantes deben gastar mucho dinero en la preparación. “Se necesitan unos $ 35.000 para hacerse preparar en los institutos que hacen fortunas con la educación”, señaló Mariano Raed, secretario de derechos humanos del Centro de Estudiantes de Medicina.

Ratificaron el pedido de la liberación del ingreso, argumentando que esto perpetua “el modelo elitista por el cual sólo estudian en la universidad quienes tienen plata”.

Raed, agregó que desde el centro de estudiantes van a apoyar todos los reclamos que hagan los aspirantes. Y confirmó que ya hay padres que consultaron la posibilidad de presentar amparos. El estudiante y dirigente había vaticinado hace unos días que si la facultad sostenía la decisión del examen eliminatorio, entonces “iban a llover los amparos en Medicina”.

Sobre el fallo de la Cámara Federal de Apelaciones que dejó sin efecto lo que había resuelto el juez federal, Fernando Poviña, y posibilitó que la facultad sostuviera el cupo, Raed aclaró: “el fallo no devuelve la autonomía a las facultades, nada dice acerca de eso. El único motivo por el que no apelamos fue para dejar expedita la posibilidad de que los chicos recurran nuevamente ante el juez”.

Además, agregó que seguirán reclamando “el aumento del presupuesto y la transparencia en el manejo” porque consideran que los estudiantes son los principales afectados por la “corrupción institucional”.

Sobre el acceso libre e irrestricto

Por estatuto.- La Asamblea Universitaria aprobó en agosto el artículo 97 y, de esta manera, consagró “el acceso libre a todas las carreras de la Universidad Nacional de Tucumán”. Lo hizo en el marco de la reforma del Estatuto Universitario (que inició hace dos años) y generó un arduo debate entre los asambleístas. Quienes votaron en minoría fueron, en general, los que pertenecían a las unidades académicas vinculadas a la salud como Medicina y Educación Física.

Pedido de revisión.- En la sesión siguiente a la que aprobó el artículo 97, los consejeros de Medicina propusieron la conformación de una comisión integrada por todos los estamentos y facultades para debatir los alcances de un ingreso masivo a las facultades de la salud.

La carta de los médicos.- La decisión de la Asamblea Universitaria generó la reacción de parte de la comunidad médica. En una carta abierta, más de 80 profesionales opinaron que el artículo aprobado agregaba “a una ya atribulada sociedad, más facilismo, más demagogia, menos calidad y, sin dudas, menos educación”. En sus argumentos sostuvieron que la masividad atentaba “contra la calidad educativa” y que violaba “los principios bioéticos básicos del proceso formativo”.

La “contracarta”.- En otra sesión de la Asamblea Universitaria, la docente de Filosofía y Letras, Griselda Barale, leyó una carta en defensa del acceso irrestricto. Consideró una ofensa que los médicos hayan señalado que quienes estaban a favor no defendían a los pobres ni a los pacientes. “Porque me interesan los pobres es que defiendo el ingreso irrestricto”, dijo la educadora en el auditorio. “No estoy defendiendo que la Facultad de Medicina reciba miles de estudiantes, estoy defendiendo que no es excluya a nadie (...) estoy defendiendo el sagrado derecho a la Educación”, reflexionó.