Andrés Pariz destroza cualquier concepto que se pueda tener sobre escalar el Monte Everest. Se supone que llegar a la cima de la montaña más alta del mundo es épico. Hay unos 4.000 montañistas que lograron ascender los más de 8.000 metros que tiene el punto más alto de la cadena montañosa Himalaya. “Quiero contar el montañismo desde un lugar distinto, contarlo como un antihéroe, como un tipo común”, empieza el relato de la experiencia que comenzará el 31 de marzo de 2017.
“La mayoría de los montañistas somos personas comunes que nos damos pequeños lugarcitos en la agenda para poder salir a la montaña. No me gusta usar algunas palabras como desafío o conquista. Nosotros no conquistamos nada, sólo llegamos a un objetivo deportivo como es una cumbre, sólo si la montaña nos lo permite”, remarcó el ingeniero agrónomo.
Pariz, con el permiso de la montaña, irá por detrás de las huellas de los referentes del montañismo tucumano. “Apellidos como Grau, Parajón, Álvarez, Bravo dejaron huellas imborrables por las que hoy podemos transitar varios de nosotros”, destacó el hombre de 49 años. Y en su edad, precisamente, radica también el motivo de la elección del año para cumplir su sueño. “En 2014 decidí que mi cumpleaños 50 coincida con el ascenso”, reveló Pariz.
Una deuda
Que ningún tucumano haya superado los 8.000 metros es como una deuda para este montañista. “A partir de esa altura los seres humanos pueden sobrevivir sólo con oxígeno artificial. Salvo un puñado de personas que tienen ese raro don de la adaptación extrema”, explicó Pariz, que formará parte de la expedición junto a un cordobés y un correntino.
“Iremos por la mítica Ruta Sur. Contratamos una empresa de Nepal que se encarga de la logística de traslado de equipos, abastecimiento de oxígeno y los guías sherpas”, detalló. Y agregó: “esa es la opción más sensata frente a tamaña empresa”. Esa sensatez toma más seriedad con las estadísticas: se estima que sólo cerca del 3 % de los montañistas que intentan el asalto a la cima sin oxígeno lo logran. Algunos mueren en el intento. “No importan las estadísticas”, dice Pariz. “Importa la responsabilidad en la preparación del proyecto, de vivir cada una de las etapas previas con profesionalismo, con mucha alegría y optimismo. La montaña, como la vida misma, tiene sus lados trágicos y sus lados bellos; quiero transmitir esta actividad como la posibilidad de vivir esos lados bellos”, explicó.
EL NOMBRE. El monte, antes conocido como Pico XV, se llama Everest en honor a Sir George Everest, uno de los topógrafos que participó en las mediciones. En China es denominado Chomolungma o Qomolangma Feng (Madre del universo) y en Nepal Sagarmatha (La Frente del Cielo).
SOBRE EL NIVEL DEL MAR. La montaña tiene 8.848 metros.
SEVEN SUMMITS. Traducido es “Siete Cumbres”. Los montañistas persiguen esa meta de llegar a las siete cimas más altas en los seis continentes. Los compañeros de Pariz en la expedición, si logran hacer cumbre en el Everest, habrán completado seis de ellas.
DISTANCIA. De Tucumán hasta el Everest hay 17.287 kilómetros.
RUTA SUR. Es la más utilizada y comienza en Nepal. Por esta vía lograron el primer ascenso el neozelandés Edmund Hillary y el sherpa nepalí Tenzing Norgary. Fue reabierta en mayo tras estar cerrada durante dos temporadas.
SUS CUMBRES. Pariz hizo cumbre en las tres montañas más altas de América: Aconcagua (6.962), Ojos del Salado (6.893) y Pissis (6.793). Atesora otras cimas como Llullaillaco e Incahuasi de más de 6.500; otras tantas de 6.000 como Chañi, Licancabur, Volcán Vicuña y San Francisco, entre otras.