(De nuestra enviada especial, Teresa Barrionuevo).- Los seleccionados “naranjitas” se despidieron del Campeonato Argentino Sub-21 que se disputó en Córdoba con victoria en damas y derrota en caballeros. Las chicas, que el sábado ya habían descendido, finalizaron séptimas, tras el triunfo ante Litoral, por penales. El partido había culminado 1 a 1; el gol tucumano lo marcó Micaela Villagarcía.

Los varones también jugaron contra Litoral, pero por el 5° puesto. Perdieron 3 a 1; el gol “naranjita” lo convirtió el capitán -y figura del equipo-, Jorge Chehín. “No pudimos ganar, pero nos vamos satisfechos por lo que hicimos. De todos los torneos que me tocó jugar este fue el mejor del equipo. No se nos dio el último resultado, pero me voy contento”, destacó.

En referencia a lo que destacaría del equipo, Chehín señaló: “jugamos a los pases y creo que eso fue lo mejor. Jugamos en equipo y pusimos garra. Hoy (por ayer) queríamos ganar para dedicarle el triunfo a nuestro entrenador, Luis Allier, porque estaba pasando por un mal momento; pero por menos le dedicamos el gol”, concluyó Chehín.

Para las chicas, el triunfo -por penales- ante las litoraleñas fue tomado como una revancha. Luego del encuentro, LG Deportiva conversó con Karen Gordillo, la mejor jugadora del partido. “Creo que nos merecíamos ganar este partido. Empatamos casi todos los partidos; tuvimos una sola derrota, ante Buenos Aires. Hoy (por ayer) jugamos a los pases, con mucha actitud. Nos contagiamos la actitud, y las ganas de querer ganar; y se nos dio”, concluyó la jugadora de San Martín.

Se precisan con urgencia tres baberos

En los Campeonatos Argentinos no faltan los padres. Acompañan a sus hijos a cada torneo, sea como espectador o como dirigente, miembro de la delegación. Como Dora Molina y Mirta Brizuela -de la Comisión Directiva de la Asociación Tucumana-, y Patricia Escudero, que aunque varias veces acompañó, como jefa de equipo, a distintas delegaciones, en este caso fue a Córdoba como espectadora.

“Dorita”, que preside la delegación masculina, es la mamá de Rodrigo Martínez, arquero del plantel Sub-21 de varones; Mirta -se encarga del plantel femenino- es madre de Lourdes García, y “Pato” es la mamá de Agustina Villafañe. Las tres son fanáticas de sus hijos y fieles alentadoras al costado del campo de juego; se mostraron muy contentas en Córdoba, viendo y acompañando a sus hijos, más allá de sus tareas como dirigentes.

LG Deportiva les preguntó como viven los torneos y qué consejos dan a sus hijos a la hora de representar a un seleccionado tucumano. “Soy una persona muy apasionada del hockey. Tener un hijo en la cancha, y en el puesto en el que juega, es más intenso. Cuando debe representar a Tucumán le aconsejo que tenga mucha concentración, entrega, responsabilidad y compañerismo, eso es fundamental”, señaló Molina. Brizuela dijo: “más que nada, le digo que se concentre en lo que tiene que hacer, que siempre haga lo mejor para el equipo”. Escudero coincidió con sus “colegas”. “Le pido que lo disfrute, que sea feliz. Me encanta eso”, dijo. El rostro de las tres durante las respuesta deja ver que se sienten muy orgullosas de sus hijos... y que necesitan un babero.

ANALISIS

Sobre el escenario y un arbitraje

Teresa Barrionuevo - LA GACETA

La imagen habla por sí sola. En esta cancha sintética de agua del club La Tablada, de Córdoba, se disputó el Campeonato Argentino Sub-21 de damas y de caballeros. Y dejó mucho que desear. El torneo se desarrolló en un escenario impresentable, pero rodeado, eso sí, por una infraestructura de alto nivel. La cancha atentó contra la integridad física de jugadoras y hasta de los árbitros, porque en partes de los laterales había lodo. Esa situación hizo que algunos árbitros perdieran el equilibrio y cayeran al piso.

Y si de árbitros se trata, ocurrió un hecho que, creo, no tiene antecedentes a nivel nacional en el hockey, y no sé en otra disciplina. El partido de caballeros entre Tucumán y Chaco fue arbitrado por un juez tucumano. Insólito. ¿Qué hubiese ocurrido si en ese partido el mencionado árbitro hubiese cobrado un penal a favor del equipo “Naranja”, y los jugadores rivales consideraban que la falta no había existido? Seguramente lo hubiesen tildado de parcial ¿Es ese el apoyo que reciben los árbitros por parte de los coordinadores? Menos mal que el partido transcurrió por los carriles normales, que los jugadores se portaron correctamente y que Tucumán terminó ganando por amplio margen (6-2). De lo contrario, se estaría hablando de otra cosa.