El parate obligado, debido a la decisión de los clubes de la categoría de no jugar por el incumplimiento en el pago de los derechos televisivos, le cayó como anillo al dedo al plantel de San Martín.
Tras un arranque que no fue el esperado, en La Ciudadela saben que este es el momento para bajar los decibeles, estudiar cada detalle y trabajar en busca de un futuro mejor. Aunque claro, en Bolívar y Pellegrini también quedó latente el mal sabor de la dura derrota en Misiones; y no podrán sacárselo hasta que se reanude el torneo.
Desde el cuerpo técnico dejaron en claro que lo ideal hubiera sido seguir adelante en el camino. La revancha del tropezón en la cancha de Crucero del Norte estaba a la vuelta de la esquina y se alejó imprevistamente. Pero este tiempo sin competencia oficial permitirá corregir esos errores que hoy por hoy mortifican a más de uno en San Martín.
Diego Cagna y compañía deberá centrar su atención en varios aspectos tácticos que fueron un dolor de cabeza en estas primeras cinco fechas.
Es cierto que en el balance final de estos primeros 360 minutos (el “santo” tuvo una fecha libre) el equipo no fue ampliamente superado por sus rivales. Arrinconó a Argentinos Juniors, durante el complemento del debut en el torneo, fue amo y señor en Córdoba contra Instituto, puso en aprietos a Chacarita e hizo figura a su arquero, durante el segundo tiempo y en la primera mitad contra el “Colectivero” mereció irse en ventaja. Pero los merecimientos no cuentan en un fútbol en el que mandan los resultados.
Los defectos en pelota parada, los desacoples defensivos, los errores infantiles y la poca eficacia para definir las jugadas terminaron sentenciándolo, y ubicándolo entre los peores equipos de la categoría, de acuerdo con la tabla de posiciones.
Por eso, este parate viene 10 puntos. La confianza es grande. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas creen que una vez que se abra el arco el equipo comenzará a pisar fuerte. Pero no deben confiarse. El trabajo siempre es importante y eso quedó demostrado durante el pasado torneo. A pesar de que el equipo venía a los tumbos, los jugadores no perdieron la paciencia y terminaron consagrándose en el Federal A. “Hay que seguir trabajando. La mano va a cambiar”, dijo el arquero César Taborda con los ánimos más calmos tras la derrota en Garupá.
Además, el receso también servirá para recuperar jugadores clave como Sergio Viturro (desgarro en el isquiotibial) y Maximiliano Rodríguez (estuvo de licencia por un problema familiar). Por eso, el receso es bienvenido.