HOY
• A las 22
, en el Teatro San Martín (av. Sarmiento 601).

El más clásico de los compositores románticos, Johannes Brahms, llega al Septiembre Musical con tres obras, a cargo de la Orquesta y el Coro Estable de la Provincia, que dirige Ricardo Sbrocco.

Por méritos propios será el concierto más importante del festival en materia de música clásica, ya que el cierre estará en el piano de Bruno Gelber, ilustre visitante habitual.

Dirigirá Pablo Boggiano, que fue invitado por sugerencia del maestro Gelber.

Abrirá el concierto temático de esta noche, en el teatro San Martín, la Obertura para un festival académico op. 80; seguirá el poema sinfónico-coral Canto del Destino op. 54, con la participación del Coro Estable. El número central será el Concierto Nº 1 en Re menor, op. 15, para piano y orquesta, que Brahms compuso en 1851.

Quién dirige

Boggiano empezó a estudiar dirección orquestal con Mario Benzecry en el Conservatorio Nacional López Buchardo y en la Universidad Católica Argentina. Continuó su carrera en Europa. Condujo orquestas prestigiosas de Argentina y del mundo. Actualmente dirige la Orquesta Muskiverein Pressbaum de Viena y el KirchenChor Gross-Enzersdorf (Coro del Instituto Latinoamericano) en Viena.

Obertura

“Está basada en canciones universitarias que eran populares en la época de Brahms. El compositor elige diferentes temas, los extrae del canto popular, y los incluye en esta obra, como homenaje a la juventud universitaria, al estudio académico, a todo lo que la enseñanza implica. De hecho la he dirigido en Viena y un fagotista de la orquesta me explicó -largamente en una tertulia postensayo- que nos encontrábamos en el mismo ámbito donde se habían concebido las raíces de aquellas canciones. Hay que tener presente que, como cualquier compositor académico, incorpora lo popular y lo sitúa en un marco que se presta a ser conservado en el tiempo”, explica el maestro Boggiano.

Es tan emblemático el homenaje a la academia que la Universidad Nacional de Tucumán eligió la parte final de la obertura como su himno, aquel que sonaba en la apertura de transmisión del primigenio Canal 10 de TV.

Canto

“El Canto del destino (Schicksalslied) es una obra muy atractiva por su dualidad. Comienza describiendo, con una serenidad y belleza profundas, el concepto brahmsiano de lo que es el mundo divino, el mundo de los genios. Describe cómo los seres divinos viven sin el tiempo, sin el destino, libres de toda responsabilidad y de todo pesar. Por supuesto, de una forma muy bucólica”, añade Boggiano.

“La primera sección se limita solo en Mi bemol mayor a describir la belleza de todo lo que es el mundo celestial. En contraste Brahms, de forma muy dramática, describe la penuria de la existencia humana en el aspecto trágico. Lo interesante es que Brahms no supo cómo terminar la obra. Estuvo años sin poder concluirla porque le parecía un sinsentido presentar un drama tan trágico en su esencia. Tanto es así que antes de terminarla escribe la Rapsodia para contralto, y luego de largo meditar, retoma la forma primera con que había descripto el mundo celestial y termina en Do mayor, para acercarlo más a algo mucho más humano, y concluye con una reexposición del inicio en pos de darle a la existencia humana un sentido de esperanza, un ápice de luz”, continúa el maestro.

Concierto

El Concierto N° 1 de Brahms tiene en Gelber a su mejor intérprete desde 2014. ¿Qué quiere decir eso?

“Cuando llegué a París en 2000 como estudiante de dirección, me impresionaba mucho que colegas directores se acercaran a mí mencionándome la grabación legendaria de Gelber. Y luego, al año siguiente en Viena, otros directores de formación pianística volvían a mencionarlo. Eso me quedó muy marcado”, cuenta Boggiano, que lo dirige por primera vez con el maestro Gelber como solista.

“Hice otras obras con él. Para mí es un honor, de respeto y de homenaje, a través del maestro Gelber, a todas aquellas personas que han forjado la más alta excelencia en el plano de la cultura de nuestro país, y que han sido faro en el tiempo para las generaciones presentes y las que vendrán. Por eso para mí este concierto conlleva un triple simbolismo que empieza con actuar en Tucumán, en el corazón del país. Es una alegría, y es una manera de devolver todo lo que he aprendido afuera”, puntualiza.

Lo dice Boggiano, quien viviendo en Viena, donde el espíritu del compositor está tan arraigado, no sólo estudia su música sino que ha visitado las casas que habitó Brahms durante su vida y hasta su lecho de muerte.

el mejor registro
un concierto que eligió su pianista                          Casta diva está asociada para siempre a la voz de Maria Callas; La fille du régiment, con sus do de pecho, a Luciano Pavarotti. Y el Concierto N° 1 de Brahms, a Bruno Gelber. La Tribune des critiques de disques, de Radio France, eligió su registro como la mejor grabación de la historia. Es un registro de culto, que fue premiado desde su aparición con el Gran Prix du Disque. Fue realizada por Emi en 1965, con Gelber como solista y la Filarmónica de Munich dirigida por Franz-Paul Decker. (www.youtube.com/watch?v=l-v8nO-OAZQ)

  

El mejor registro 
Un concierto que eligió su pianista

Casta diva está asociada para siempre a la voz de Maria Callas; La fille du régiment, con sus do de pecho, a Luciano Pavarotti. Y el Concierto N° 1 de Brahms, a Bruno Gelber. La Tribune des critiques de disques, de Radio France, eligió su registro como la mejor grabación de la historia. Es un registro de culto, que fue premiado desde su aparición con el Gran Prix du Disque. Fue realizada por Emi en 1965, con Gelber como solista y la Filarmónica de Munich dirigida por Franz-Paul Decker. (www.youtube.com/watch?v=l-v8nO-OAZQ).