Los stands que más convocan en la Expo son los que ofrecen actividades para los visitantes. Una rápida mirada comparativa demuestra esta afirmación: aquellos que sólo muestran o venden productos o servicios están mucho más vacíos que los interactivos, en algunos de los cuales hacen fila para ver de qué se trata. Lo bueno es que este año son muchísimos los que además de exhibir, invitan a participar, por lo que es imposible aburrirse en la muestra de la Rural.
Entre los más tumultosos está el stand de fideos Rivoli, que propone una combinación que no puede fallar: videojuegos + premios. “El juego consiste simplemente en un cocinero que debe atrapar fideos en una olla y el jugador lo controla con los pies sobre una alfombra de baile. A la gente le encanta. Y es que lo típico de la Expo es venir a jugar; si no, no tiene gracia. Lo hacíamos desde que éramos chicos de esta manera”, opinó Celeste Salvucci, del área de Comunicación de esa fábrica. Además del juego hay recetas, cocina en vivo y el sorteo por un año de fideos gratis.
Entre los stands interactivos más originales y entretenidos está el del Ente Tucumán Turismo. “Es simplemente una genialidad, me encantó”, describió Marcelo Ferrer, quien lo visitó junto a sus hijos Agustín e Ignacio. Un tráiler se convierte en una especie de túnel temático del Bicentenario. Cuando los visitantes entran (grupos de ocho personas) las promotoras toman una foto de la cara y luego pasan a una cabina de realidad aumentada. Con la Casa Histórica como escenario (una maqueta de altísima calidad), los visitantes que dejaron sus caras grabadas a la entrada se convierten en los protagonistas de la gesta patria, contando la historia con una breve comedia musical. Las carcajadas son constantes. El paso siguiente es un juego que consiste en reconstruir la historia de la Argentina de un ocurrente modo: cambiar las decisiones clave que tomaron nuestros próceres. A la salida, un enorme libro espera la firma de los visitantes.
En el stand del Bicentenario, las promotoras desafían tus conocimientos sobre historia argentina, en el marco de los 200 años de la Independencia. Hay tres juegos tipo trivia, con preguntas y opciones de respuestas Cuantos más puntos sumés, mejores serán los premios.
El "Cerebro mágico"
El juego del “Cerebro Mágico” de la Fundación Miguel Lillo es otro de los entretenimientos que combinan diversión y conocimientos. Consiste en establecer mediante unos cables las conexiones entre descripciones, preguntas y respuestas sobre la flora y la fauna autóctonas. Además, los chicos quedan atrapados en los microscopios para observar en detalle, por ejemplo, la célula de un arándano. Las fotos también tiene su lugar: la Fundación armó una gigantografía que tiene a un dinosaurio por protagonista, donde podés colocar tu cara y tomar un recuerdo con tu familia o amigos. Los chicos, además, se pueden sentar en el jardín a pintar dinosaurios, pájaros, árboles y decenas de animales del presente y del pasado.