La familia Reyna del barrio Juan XXIII (“La Bombilla”) quedó otra vez bajo la lupa de la Justicia. Por segunda vez en poco más de tres meses las fuerzas ingresaron a su casa, ubicada en las cercanías de la esquina de Juan José Paso y Chile, para buscar droga.
En esta ocasión, una fuerza nacional montó un operativo ordenado por el juez federal Fernando Poviña, ya que se sospechaba que la familia le compraba drogas a la banda que fue desbaratada.
“No se encontró absolutamente nada”, afirmó una fuente policial a LA GACETA. Este resultado se informó en Tribunales y desde allí se ordenó que los efectivo se retiraran. En la casa estaba el “Mono” Reyna y su esposa. Sin embargo, no hubo ninguna detención.
Luego de la medida, el defensor de los Reyna -José María Molina- afirmó que “la familia se encuentra a disposición de la Justicia a los fines de cualquier tipo de investigación relacionada con este tipo de ilícitos. Y aclaro que mis defendidos no tienen ninguna relación en lo que refiere a comercialización de estupefacientes. Ergo, no registran causas penales con respecto a estos delitos”.
Los Reyna entre cejas
El primer allanamiento que se realizó allí -en un depósito que se encuentra al lado de la casa que a la que entraron los efectivos de la Federal ayer- fue en junio, por orden del fiscal Diego López Ávila. La intención era recuperar una moto robada en febrero.
Sin embargo, la Policía de la provincia encontró cuatro kilos de marihuana disimuladas en cajas de jabón en polvo, cuatro armas de fuego y $ 800.000. El caso inmediatamente pasó a la Justicia Federal, desde donde se dictó la prisión domiciliaria para la dueña del lugar. La mujer está acusada de acopio de drogas, puesto que no se pudo probar la comercialización.
En tanto el jueves, la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) y el Grupo Cero entraron a una casa del pasaje Uruguay -también en “La Bombilla”-, donde se encontraba una mujer de 63 años que es integrante del Clan Reyna.
Allí encontraron 60 envoltorios de picadura de marihuana, 400 gramos de cannabis, $ 25.000, dos teléfonos celulares y recortes. La mujer quedó detenida e incomunicada, acusada de venta de estupefacientes. También se demoró a un hombre de 29 años que le estaba comprando droga.