Un mundo épico y fantástico se instalará esta tarde en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265) a las 18, cuando se estrene “Kubrandir, el dragón de las Tierras Antiguas”, una obra para toda la familia de Guillermo Montilla Santillán.

El autor también dirige y protagoniza la puesta, que cuenta con el aporte del grupo La Faranda de Salta en la construcción de títeres y muñecos. Lo acompañan en el escenario Santiago Moreno, Gabriel Guerrero Nybroe, Lu Rojas y Giovanna Anastassio, de Silfos Teatro.

La historia parte de una derrota. El ejército del Águila invade las Tierras Antiguas y vence a casi todos los defensores; sólo cinco logran huir y reconstruyen sus fuerzas y objetivos para reconquistar su lugar, pese a su debilidad. Para ello, deben reconocer que el propio miedo es su peor enemigo.

“Lo pensamos como un espectáculo para toda edad, no centrado en los niños, más allá del horario. Usamos elementos imaginarios, pero con asociaciones claras con la realidad, como lo del Imperio del Águila. Cuando pierden la batalla del Sauce Viejo y son muertos casi todos, los sobrevivientes encaran un viaje que es una aventura, como una suerte de carrera de postas donde reúnen información, maduran, crecen y se reorganizan”, explica el máximo responsable de la obra, con la cual estrena nuevamente un texto propio luego de una pausa de seis años, período en el cual repuso otras de sus creaciones.

Montilla Santillán destaca que lo principal es entender qué está pasando antes que simplemente combatir. “Cuando descubren que no tienen espadas suficientes, también encuentran que la pelea deberá ser sin ellas. El principal enemigo es el terror que domina a cada uno de los que no huyeron o murieron. Los valientes ya no están en ese grupo y redescubren qué significa ser un guerrero; sólo uno de ellos lo es y enseña que no es sinónimo de saber usar una espada”, completa.

En medio aparece Kubrandir, un dragón sobre el cual el autor mantiene el secreto de qué lado está. La estructura fue realizada por La Faranda, especialista en esa técnica y que capacitó al elenco tucumano para su manejo, lo que queda como aprendizaje para proyectos futuros. “Trabajar con ellos fue increíble, tienen una cabeza distinta y ningún área es menor es la profesionalización de los trabajos y las ideas teatrales”, concluye.