Una ola de robos en escuelas públicas del sur tucumano ocasionó perjuicios que obligaron a directivos de dos establecimientos a suspender ayer las clases. La medida adoptada tras los hechos delictivos afectó a cientos de estudiantes de los niveles primario y secundario de las escuelas N° 18 José Comaschi, del barrio Los Vega de Concepción, y Fray Justo Santa María de Oro, de Alto Verde (Chicligasta). Además, en la 377, del barrio Mataderos de Monteros, los niños quedaron sin desayuno y sin el almuerzo, ya que los malvivientes se llevaron garrafas de la cocina, alimentos y utensilios del comedor.
Los robos se perpetraron durante la madrugada del sábado y del domingo, pero recién ayer fueron advertidos por los docentes cuando retornaron a sus lugares de trabajo.
Sin agua
“Esta es una especie de plaga que provoca un enorme daño principalmente a los niños. Es la tercera vez, en lo que va de este ciclo lectivo, que los ladrones se llevan cosas muy valiosas para el dictado normal de las clases. Esta historia no puede seguir así y alguna medida se tiene que tomar”, se quejó Elba Díaz, madre de un alumno que concurre a la escuela del barrio Los Vega.
En este último local los malvivientes saltaron la cerca perimetral y, una vez adentro, desconectaron dos motores de los tanques de agua para sustraerlos. Aunque hicieron lo mismo con dos tubos enormes de gas, los dejaron abandonados, ya que no pudieron sacarlos del edificio, debido a su tamaño.
En el robo anterior, los desconocidos se habían llevado ventiladores, computadoras y elementos didácticos. Según los lugareños, la escuela 18 tiene un sereno o guardia de lunes a viernes. Por esa razón, los delincuentes actúan durante los fines de semana. Este lunes, frente al establecimiento escolar, se instaló un cartel que informaba la suspensión de las clases por falta de agua.
Sin comida
En la escuela 377 del barrio Matadero de Monteros los ladrones violentaron las puertas de acceso al edificio y se alzaron con garrafas, alimentos para preparar las comidas para los chicos y otros elementos.
“Los niños, más de 200 y de familias humildes, hoy quedaron sin desayuno ni almuerzo. Los choros no tienen contemplación de nada y se llevan lo que encuentran. Roban para vender las cosas y después drogarse”, relató la vecina Aurelia Juárez.
Frente al drama suscitado, un lugareño ofreció su propia cocina para que los niños no se quedaran sin comida, pero restaba conseguir los alimentos.
“Nos dio mucha pena ver a las criaturas desilusionadas porque no iban a poder comer. Para el colmo, el frío te hace dar más hambre”, se lamentó una docente, en diálogo con LA GACETA.
Sin baños
En tanto, en la escuela Fray Justo Santa María de Oro, de Alto Verde, los ladrones también violentaron las puertas de acceso y desde el interior se llevaron equipos de audio, materiales didácticos y sanitarios, según informó la Policía.
En este establecimiento las autoridades también debieron suspender las clases por los daños que ocasionaron los desconocidos, particularmente en el sector de los baños.