- ¿Cuáles son las principales características de la carrera política de Vidal?

- Creo que hoy es una gobernadora que se ha empoderado muy rápidamente. Si bien fue un crecimiento paulatino. Ella primero arranca en el macrismo como una funcionaria de la ciudad, como ministra de Desarrollo Social, de la mano de Horacio Rodríguez Larreta y también de Macri. Durante los primeros años como ministra, con su bajo perfil, siempre se relacionó dentro del ambiente con Horacio. A partir del 2011, cuando Mauricio la hace vicejefa, empezó a relacionarse más con él. Pero siempre en roles secundarios. Creo que desde que ella asume como gobernadora tiene un poder distinto. Empieza a utilizar ese poder de una forma distinta. Veo una Vidal mucho más fuerte hoy en día y menos dependiente de terceros. En ese sentido veo un cambio. Veo una mujer mucho más desarrollada en términos de poder. Cómo maneja su gabinete: es una mujer sumamente obsesiva con los temas de gestión, arma reuniones con sus funcionarios y sus equipos de funcionarios en las cuales son mesas de 20 personas donde les pregunta a cada uno sobre temas de gestión. Esto lo hace de manera cotidiana. Está muy atrás de los temas, de la escuela de Horacio. Pero hoy la veo mucho más como jefa que nunca.

- ¿A qué se debe el nombre del libro? ¿Por qué Vidal es “la otra hechicera”?

- Es un juego provocador. La primera hechicera es Juliana Awada, como dice Macri cuando se casan y habla de la “negrita hechicera”. Se me ocurrió pensar a Vidal fue como una mujer determinante para Macri para que llegue a presidente, después de Awada. Obviamente también para el triunfo de Cambiemos en la provincia y a nivel nacional. Es decir, yo creo que sin el triunfo de Vidal en la provincia de Buenos Aires, hubiese sido mucho más difícil pensar en que Macri ganara el ballotage y llegara a la Casa Rosada. Fue la otra persona, la otra mujer clave, para que Macri hoy sea presidente. En 2014 era una absoluta desconocida. Es más, cuando iba a los mano a mano, timbreos, los que la conocían en la primera sección electoral, los municipios más cercanos a la Capital, decían “es la chica de Macri”. La conocían por la Ciudad. Pero hasta ahí. No era nada conocida en la tercera sección. No era conocida en Lanús, en La Matanza. Ella se presentaba sola como candidata “Hola, soy la candidata del PRO en la provincia de Buenos Aires”, les decía a los vecinos. Hubo un crecimiento claro, en términos de imagen, yo te diría en el 2015 y avanzado el mismo año (cuando se define su candidatura). No fue una candidatura en sí misma, sino que fue un medio para. Un medio para tener a alguien en la provincia, para que no se frene el crecimiento de Macri en la provincia, para cerrar un acuerdo con otras fuerzas como Massa, para ir a una interna con otros candidatos. Nunca fue concebida como una candidatura en si misma hasta pasado el 2015. Cuando la candidatura 2015 empieza a avanzar, y empieza a crecer todo el espacio Cambiemos, la figura de Vidal ahí sí emerge como una figura fuerte en campaña. De hecho, era la única candidata mujer. La única fuerte, salvo Stolbizer, quien era candidata a la presidencia.

- ¿A qué otros factores se le pueden adjudicar su triunfo?

- Creo que en la provincia de Buenos Aires, específicamente, se dieron una combinación de factores. Ella habla mucho de que fue una emergente, en el sentido de que la provincia estaba muy deteriorada, de que había una situación de hartazgo con relación a lo que Jaime Durán Barba llama “la vieja política”. Por el otro lado también entre las primarias y las generales de octubre, se da una suerte de contrafigura con Aníbal Fernández. Lo que aparecía en las encuestas como “Caperucita y el lobo”. Ese contraste colaboró mucho para su victoria. También creo que fue una muy buena campaña. Vidal es muy buena comunicando. Es una buena comunicadora, por eso fue la vocera de la gestión por cuatro años. Creo que esto impactó muy bien en la gente y pegó muy bien en una parte del electorado que históricamente votaba al peronismo.

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PERFIL

Ezequiel Spillman nació en 1981. Es licenciado en comunicación y periodista de la editorial Perfil. Trabajó en La politica online y Minuto Uno. Cubre desde 2010 la interna del PRO.