Unas 16 cajas de leche en polvo -unos 192 kilos en total- fueron robadas por desconocidos que ingresaron en la madrugada de ayer al CAPS de Amberes. Los ladrones destruyeron las puertas de acceso y se llevaron los lácteos destinados a niños beneficiados con distintos programas nutricionales de la Nación y la provincia.

El robo en cuestión es el octavo que se registra en ese dispensario en menos de dos años, según informó Jesús Barrionuevo, un vecino del lugar. En una ocasión los ladrones actuaron a mano armada y a plena luz del día.

“Los ladrones no tienen ningún tipo de contemplación cuando salen a robar. Y es lamentable porque aquí se perjudican niños y adultos de humildes condiciones que esperan la ayuda de este dispensario”, se quejó Rolo Campo, otro vecino del pueblo. En anteriores hurtos, los delincuentes se llevaron distintas cajas con medicamentos. Los lugareños dijeron que la falta de seguridad que se instaló ahí se debe en parte por la reducida cantidad de efectivos que se desempeñan en la comisaría local, y que carecen de móviles.

Sitas lo mira de cerca

En las últimas semanas, cuando se puso sobre el tapete el tema de la seguridad de los profesionales de la salud, el secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas), Julian Nassif, dio a conocer los lugares “más problemáticos”.

Entre ellos, mencionó el CAPS de Amberes. Añadió también a San Cayetano, la Costanera Norte y las cercanías de los hospitales Obarrio y del Carmen.