BRASIL.- El Senado brasileño destituyó hoy a la mandataria Dilma Rousseff por 61 votos a favor y 20 en contra, en una decisión que también confirma como presidente de Brasil a Michel Temer, quien seguirá en el poder hasta 2018.
La decisión supone el fin de un trámite que comenzó en diciembre pasado en el Parlamento y fue supervisado en cada uno de sus pasos por la Corte Suprema, como garante constitucional de un juicio que Rousseff, condenada por graves irregularidades fiscales, califica de "golpe".
Temer viajará esta noche a China para participar del G-20. Allí pretende tener encuentros con los jefes de Estado de las principales potencias, pero aún no fue difundido quienes aceptaron tener una bilateral con el nuevo gobernante de Brasil.
Este viaje tendrá más impacto interno que externo, lo que va a depender en gran medida de las fotos que consiga con sus colegas internacionales.
Pero en lo interno, nada le será fácil. Tendrá que demostrar a los mercados que controla el Parlamento y que podrá hacer votar, en forma exitosa, las reformas que le demandan. Todo indica que las negociaciones con los congresistas serán arduas y deberán ocurrir no antes de las elecciones municipales (siempre ocurren en la mitad del período presidencial).