Luego de saludar sonriente a buena parte de las casi 200 personas que se acercaron a la capacitación que organizó con el Ministerio de Justicia de la Nación, el ministro fiscal Edmundo Jiménez cambió su semblante y abrió el juego con una crítica a la Justicia que pareció ser un pedido hacia los presentes para que aprovecharan el curso. “Estamos en condiciones desfavorables para dar respuestas a la sociedad. Con capacitaciones y con nuestra destreza tenemos que recuperar el contacto con la gente, tener un compromiso social”, arengó la semana pasada en la apertura del curso de manejo y gestión en la escena del crimen. En silencio lo miraban algunos fiscales de Instrucción (Diego López Ávila, Mariana Rivadeneira y Arnoldo Suasnábar), otros empleados judiciales y efectivos de la Policía de Tucumán, la PSA y la Gendarmería Nacional.

Desde la organización comentaron a LA GACETA que el interés por la capacitación superó las expectativas. En todo momento, aseguraron, hubo más de 180 personas en el salón del hotel ubicado en 25 de Mayo al 300, cuando los inscriptos eran 140.

“Al asumir, en diciembre, nos dimos cuenta de que había docentes muy capacitados a los que no les daban el lugar para transmitir su saber. A nosotros nos preocupa la lucha contra el delito y por eso hacemos estas capacitaciones, porque buscamos investigaciones más eficaces”, explicó Santiago del Carril, coordinador del Programa Nacional de Criminalística, antes de darle lugar al expositor Eloy Torales. Fuentes del Ministerio Fiscal confiaron que el objetivo es realizar unas cinco capacitaciones más en Tucumán antes de fin de año.

Según contó Torales, una vez que tuvo el micrófono en la mano, “al problema lo tenemos ahí”. Se refería al trabajo que se realiza en la escena de un crimen. Sobre esta temática giró la capacitación: En la búsqueda de un mejor trabajo a la hora de preservar un lugar y hallar los indicios que luego sirvan como pruebas a la hora de judicializar las causas. “Busquen la verdad, a través de la ciencia, la lógica y la razón. Usen los cinco sentidos: señalen olores y ruidos cuando investiguen crímenes, No se dejen llevar por las presiones políticas o de los medios”, aconsejó Torales.

“La verdad es que es una propuesta muy interesante. Creo que la última capacitación fue hace unos 10 años. Esto va a servir para que todos hablemos el mismo idioma en las investigaciones y cada uno conozca los pasos que se deben seguir”, opinó López Ávila.

Críticas

En diálogo con LA GACETA, el jefe de los fiscales volvió a criticar con dureza el actual estado de la Justicia, tal como lo viene haciendo desde que asumió en el cargo hace un año y medio.

“La idea es aprovechar el elemento humano para suplir las graves carencias que tenemos en cuanto a recursos tecnológicos, espacio físico, formación y personal. A esto lo vengo diciendo desde que asumí. Es increíble que no dispongamos de algunos elementos que no son muy costosos como software o computadoras que tienen en otros lugares del país. Nosotros investigamos con un lápiz en la mano. A veces hay que acelerar la burocracia. Al menos lo suplimos con gente preparada y con mucha predisposición. Tenemos un personal cargado de trabajo”, señaló.

Ante estos comentarios, el mes pasado el presidente de la Corte Suprema Antonio Gandur disparó que “Jiménez distorsiona la realidad judicial”. El jefe de los fiscales recogió ese guante e insistió en su postura.

“Nadie puede creer que no hacen falta soluciones. Le doy dos parámetros: tenemos tres jueces de Instrucción para la capital y ocho fiscales. Con estos números no podemos dar respuestas a más de un millón de personas. Tenemos 80.000 causas por año. Salta por ejemplo tiene 40 fiscales y 60 auxiliares, 30 jueces de Instrucción. Nuestras carencias son tremendas”, respondió.