BRASILIA.- El sesión final del juicio político contra la presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, comenzó ayer con escándalo en el Senado, donde se cruzaron acusaciones de “falta de moral”, “aspirador de cocaína” y “esclavista”, lo que atrasó gran parte del cronograma trazado para escuchar a testigos del proceso de destitución.
Los senadores del Partido de los Trabajadores (PT) hicieron decenas de cuestiones de orden del régimen interno, dilatando el inicio del proceso, y eso elevó los ánimos en la sesión histórica que dirige en el Senado el presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski.
“Este Senado no tiene estatura moral para juzgar a una presidenta como Dilma”, dijo la senadora Gleisi Hoffman, ex jefa de gabinete de Rousseff, lo que inició el revuelo generalizado de sus rivales, que respaldan al interino Michel Temer.
Rápidamente reaccionó el jefe del bloque del conservador Demócratas, el ganadero Ronaldo Caiado, aliado de Temer: “Yo no le robo a los jubilados”, dijo, en referencia a que el marido de Hoffman, el ex ministro Paulo Bernardo, fue denunciado por fraude en el sistema de créditos a los pensionados.
A Caiado lo cruzó otro senador del PT, Lindberg Farias, quien le recordó su alianza con un colega condenado por corrupción y lavado de dinero, Demóstenes Torres. “Pido antidoping para él. No aspires aquí”, le respondió Caiado, en medio de una discusión generalizada y gritos del presidente de la Corte Suprema para reducir la tensión. Al final, Hoffman le respondió a Caiado por su condición de ganadero del estado de Goiás: “Usted es de la banda del trabajo esclavo”.
Los defensores ganaron tiempo con recursos y hasta intentando evitar la convocatoria de uno de los testigos, que sostiene que la mandataria violó la Ley Fiscal, un argumento que según el PT no es un atentado a la Constitución y por ello lo que está en marcha es un “golpe”.
En el Palacio de la Alvorada, Rousseff se prepara, siendo interpelada por diputados y asesores, para el interrogatorio al que será sometida el lunes.
El PT pidió anular el juicio luego de que la prensa publicara que Temer le pidió al titular del Senado, Renán Calheiros, acelerar los plazos del proceso para terminar el martes 30, una votación que los aliados del PT están dando por perdida. El Senado puede destituir a Dilma con un piso de 54 votos del total de 81. (Télam)