Por segunda vez en menos de 10 días, una adolescente de 13 años y su madre se presentaron en la comisaría de Lules. El viernes 12, ambas habían denunciado a un hombre al que acusan de haber abusado sexualmente de la menor. El domingo, volvieron para decirle a los policías que necesitaban con urgencia una consigna policial en su casa, ya que estaban amenazadas de muerte por esa denuncia.

Fuentes policiales confiaron a LA GACETA que, al parecer, algunos días después de la denuncia un hombre -sería allegado al denunciado- comenzó a enviarle mensajes a través de Facebook para que levante la denuncia. El hombre incluso habría llegado a preguntarle cuánta plata querían para retirar la acusación. De la oferta pasó a la amenaza y le juró que si no cedía, darían a conocer las fotos que habrían tomado durante el ataque sexual.

La situación vivió su punto más álgido cuando la adolescente volvía de la escuela y un hombre desconocido, desde un auto que se estacionó a su lado, le dijo que parara con todo esto “porque iba a correr sangre”.

Además de solicitar una orden de restricción, madre e hija rogaron a la policía que les otorgara la presencia de un efectivo en la puerta de su casa.

Preocupación

Cuando terminó su turno, el viernes pasado, el fiscal Washington Navarro Dávila dio a conocer a la prensa su preocupación por los casos de violencia intrafamiliar y abusos sexuales. Un día antes había señalado a LA GACETA que “ahora las víctimas se animan a denunciar más porque ven más protección y atención a esos casos. Están entendiendo que este tipo de hechos deben ser denunciados porque al ser de índole privada, uno no puede intervenir de oficio”.

Las declaraciones se dieron en el marco de una seguidilla de abusos sexuales contra menores. Los últimos cuatro casos se habían dado en dos localidades, La Trinidad y la capital tucumana. En la primera, un hombre manoseó a una niña de cinco años, hija de una mujer amiga que le había prestado una pieza de su casa. El acusado por este delito -un hombre de 45 años- fue detenido el domingo en su casa de Los Guchea. Por otro lado, una adolescente de 14 años confesó a su madre que el hijo que tuvo algunas semanas había sido concebido en una violación. En este último caso, la víctima denunció a su padrastro.

En tanto, en la zona sur de San Miguel de Tucumán, una adolescente de 12 años comenzó a comportarse de modo extraño y en la escuela encendieron las alarmas. Cuando se lo contaron a los padres, la llevaron a la Maternidad. Allí les dijeron que tenía un embarazo de cinco semanas de gestación. La víctima contó que su tío había abusado de ella. La división Delitos contra la Personas, a cargo del comisario Marcelo Sallas, lo está buscando.

Por otro lado, la semana pasada fue detenido un hombre de 51 años en Villa Mariano Moreno. La Policía lo atrapó por orden de Navarro Dávila cuando iba al trabajo. Contra él existe una denuncia de sus sobrinos, a los que habría atacado sexualmente. Sin embargo, fuentes policiales comentaron que esta no es la única denuncia que el detenido tiene en su contra por este tipo de delito.