Volvió a trabajar a las aulas ayer, pero no lo lamenta. Georgina Vitar dice que por un lado tuvo suerte y que por otro fue como un regalo que su embarazo haya coincidido con una buena noticia: en abril, luego de extensas gestiones desarrolladas por los integrantes del Frente Gremial Docente (integrado por ATEP, AMET y APEM), el Gobierno de Tucumán firmó el decreto de equiparación de la licencia por maternidad para las trabajadoras y los trabajadores docentes. Es decir, la licencia de Georgina, como la de otras mamás, se extendió de 90 días a 120; y la de los papás docentes, de dos días a 15.

La búsqueda de actualización o renovación de las licencias es permanente. De hecho, tres organizaciones de carácter nacional e internacional se reunieron con legisladores estos últimos días en el Congreso, y lo seguirán haciendo, para lograr una propuesta a fin de que el Poder Legislativa impulse una ley de licencias universales que modifique el actual sistema de licencias por maternidad y paternidad.

El objetivo del encuentro que impulsaron Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), Unicef y ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género) fue enmarcar el creciente interés que muestran los legisladores de diferentes partidos por las licencias de maternidad y paternidad en un contexto más amplio de políticas de cuidado. Para ellos resulta fundamental extender a un mínimo de 15 días la licencia por paternidad y crear una licencia familiar de 60 días que pueda ser tomada de forma no consecutiva y flexible durante el primer año de vida del bebé, por el padre o la madre.

En Tucumán hay distintos regímenes de licencias. Por ejemplo, la administración pública se rige por el Estatuto para el Personal de la Administración Pública Provincial, que fue modificado en 2013: pasaron de tener 90 a 120 días de licencias las mamás, mientras que al cónyuge o conviviente que se desempeñe en la Administración Pública le concedieron 15 días (antes tenían dos). Por otra parte, en el sector privado se rigen por la Ley de Contrato de Trabajo, y tienen de licencia de 90 días las madres (artículo 193) y de dos días el padre (artículo 172).

Según David Toledo, titular de ATEP, fue un gran logro extender las licencias a las madres, y considera que fue más significativo darles 15 días a los padres. “Los docentes papás sintieron un gran reconocimiento en lo que es la crianza de los niños. Hasta ahora, se viene aplicando normalmente esta equiparación, aunque todavía quedan algunos puntos que debemos especificar”, destacó el gremialista.

Proyecto

En Tucumán hay proyectos de ley que no están muy lejos de los objetivos nacionales. Por ejemplo, hay una propuesta firmada por los legisladores Raúl Albarracín, Ariel García, Fernando Valdez y Ramón Santiago Cano que busca establecer el “Régimen de Licencia Prenatal y por Maternidad, Adopción, Licencia por Paternidad o Licencia Familiar por Nacimiento y Franquicias por Lactancia”, que regirá en el ámbito de la administración pública provincial. Entre los puntos más novedosos, extiende la licencia por nacimiento por un lapso de 150 días corridos (30 días más de los actuales) “los que podrán ser usufructuados por la madre o, que por propia opción de la titular de la licencia, podrá derivar a su cónyuge, conviviente o progenitor, si este es agente del Estado”. El legislador Ariel García informó a LA GACETA que ese proyecto tiene estado parlamentario y que es uno de los temas de agenda para ser tratado en las próximas sesiones de la Legislatura.

“Esos 30 días de más fueron un regalo de Dios. Sinceramente. Porque mi hijo tuvo unos problemitas y pude acompañarlo más. Ahora lo siento más maduro como para que yo vuelva a trabajar. Soy madre primeriza, por lo que recién ahora entiendo el gran beneficio de estar en casa con mi bebé el mayor tiempo posible”, lo piensa y lo comenta Georgina Vitar, mientras compartía y exprimía las últimas mañanas previas a su vuelta a clase con su bebé Jorge Lorenzo Suárez, que ya tiene cuatro meses.

Tierra del Fuego
Pionera en la corresponsabilidad 
Tierra del Fuego tuvo dos cambios significativos en cuanto a su régimen de licencias para empleados públicos, según el Cippec. El primero fue en 2007: se promulgó la Ley 728, que establecía que las madres tendrían derecho a tomarse 210 días durante su embarazo y postparto y los padres gozarían de 15 días de licencia por nacimiento de hijo, lo que le daba al esquema un perfil maternalista. Se respaldaron en los beneficios que tiene para el recién nacido la alimentación con leche materna exclusiva. En 2012, sin embargo, se sancionó el Régimen de Licencia Prenatal y por Maternidad, Ley 911. El proyecto ratificó la licencia de 210 días pero estableciendo que los 180 días post parto pueden ser transferidos o compartidos con el cónyuge, conviviente o progenitor. La gobernadora Fabiana Ríos fue la que impulsó el proyecto, afirmando que el principal fundamento era el de promover la justicia de género y la expresión normativa sobre familias que no se adecuen a los estándares tradicionales. 
 
Mendoza 
Marcando el camino
Las modificaciones al régimen de licencias para empleados públicos de Mendoza fueron escalonadas, según establece un estudio del Cippec. En 2005, la Ley 7.426 amplió el plazo de las licencias correspondientes a las madres a 120 días corridos, aumentándolo en 30 días. Esta modificación tuvo origen en cierto malestar entre organizaciones de la sociedad civil por lo desactualizado del régimen anterior respecto de la normativa en otras provincias y en otros países de América Latina. En junio de 2014 se realizó la reforma más importante en cuanto a licencias por paternidad: se promulgó la Ley 8.678 que amplió el plazo de la licencia por maternidad a 15 días más a partir del nacimiento del niño o entrega en caso de adopción. El caso mendocino es particular porque se trató de una demanda popular canalizada a través de las instituciones públicas. Según reportan los medios, desde 2013 la ciudadanía se había movilizado juntando firmas para exigir la ampliación de las licencias. 

Tierra del Fuego
Pionera en la corresponsabilidad 

Tierra del Fuego tuvo dos cambios significativos en cuanto a su régimen de licencias para empleados públicos, según el Cippec. El primero fue en 2007: se promulgó la Ley 728, que establecía que las madres tendrían derecho a tomarse 210 días durante su embarazo y postparto y los padres gozarían de 15 días de licencia por nacimiento de hijo, lo que le daba al esquema un perfil maternalista. Se respaldaron en los beneficios que tiene para el recién nacido la alimentación con leche materna exclusiva. En 2012, sin embargo, se sancionó el Régimen de Licencia Prenatal y por Maternidad, Ley 911. El proyecto ratificó la licencia de 210 días pero estableciendo que los 180 días post parto pueden ser transferidos o compartidos con el cónyuge, conviviente o progenitor. La gobernadora Fabiana Ríos fue la que impulsó el proyecto, afirmando que el principal fundamento era el de promover la justicia de género y la expresión normativa sobre familias que no se adecuen a los estándares tradicionales. 

Mendoza 
Marcando el camino

Las modificaciones al régimen de licencias para empleados públicos de Mendoza fueron escalonadas, según establece un estudio del Cippec. En 2005, la Ley 7.426 amplió el plazo de las licencias correspondientes a las madres a 120 días corridos, aumentándolo en 30 días. Esta modificación tuvo origen en cierto malestar entre organizaciones de la sociedad civil por lo desactualizado del régimen anterior respecto de la normativa en otras provincias y en otros países de América Latina. En junio de 2014 se realizó la reforma más importante en cuanto a licencias por paternidad: se promulgó la Ley 8.678 que amplió el plazo de la licencia por maternidad a 15 días más a partir del nacimiento del niño o entrega en caso de adopción. El caso mendocino es particular porque se trató de una demanda popular canalizada a través de las instituciones públicas. Según reportan los medios, desde 2013 la ciudadanía se había movilizado juntando firmas para exigir la ampliación de las licencias.