BRASIL.- "Nunca en sus 56 años de historia, los Juegos Paralímpicos habían afrontado circunstancias como estas". Las palabras corresponden al presidente del Comité Paralímpico, Philip Craven, y demuestran preocupación.
"Desde que nos enteramos de la magnitud del problema, hemos enfocado todos nuestros esfuerzos en hallar soluciones", sostiene. Para colmo, sólo se ha vendido el 12% de los boletos, lo que sumado a problemas para recaudar fondos, obligará a recortar otros costos.
La preocupación crece porque habrá disminución del personal, cambios en los servicios de transporte para los atletas y equipos; también se cerrará una serie de centros de prensa.
Aun así, los juegos mantendrán los 22 deportes que de antemano estaban definidos, según sostiene desde el Comité Paralímpico Internacional (CPI).
Por otro lado, la escasez de recursos financieros provocó una demora de tres semanas en el desembolso de subsidios para ayudar a los atletas a cubrir sus gastos de viaje a Río. Es que los organizadores debían pagar los subsidios a atletas y funcionarios de 165 países a finales de julio y si bien el dinero ya comenzó a pagarse, los organizadores creen que la demora podría poner en peligro la participación de algunos países.
"En la actualidad tenemos alrededor de 10 países que, incluso si se pagan las subvenciones, pueden tener dificultades para cubrir el costo de su viaje", confirmó Craven. El jueves, el gobierno brasileño anunció que destinará US$31 millones a respaldar los paralímpicos, que concluyen el 12 de septiembre.