ESTAMBUL.- El atentado que el sábado a la noche dejó 51 muertos (hasta el cierre de esta edición de LA GACETA) en una boda kurda en Gaziantep, en el sur de Turquía, fue perpetrado por un adolescente de entre 12 y 14 años, afirmó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, citado por la agencia de noticias Anadolu.

Por el momento no está claro si el joven se inmoló o si los explosivos que portaba fueron detonados por control remoto.

Según Erdogan, podría tratarse de un “atacante suicida” que se hizo volar por los aires o que fue “estallado”.

Los primeros indicios apuntan a una autoría por parte de la milicia terrorista Estado Islámico (EI), según Erdogan. Sin embargo, el grupo yihadista no reivindicó por ahora el atentado.

El ataque tuvo lugar durante la celebración de una boda que se festejaba en plena calle en el barrio de Beybahce, en el que viven kurdos llegados desde las provincias surorientales del país.

Además de los 51 fallecidos, entre los que hay muchos niños, también resultaron heridas al menos 69 personas.

El líder del partido opositor prokurdo HDP, Selahattin Demirtas, aseguró que el objetivo del atentado eran ciudadanos kurdos y el novio, miembro de la formación política. Según los medios, los novios sobrevivieron aunque resultaron heridos.

El Gobierno turco ya culpó al EI de otros atentados ocurridos en el país, varios de ellos contra objetivos kurdos.

Sin embargo, la milicia sunita no reivindicó ninguno de los ataques con bomba perpetrados en Turquía, aunque sí se responsabilizó de asesinatos de opositores sirios en Gaziantep, fronteriza con Siria.

Erdogan condenó el atentado y prometió esclarecer lo ocurrido. Los autores intentan enfrentar a las personas de un mismo pueblo, empleando para sus propios fines “las susceptibilidades étnicas y religiosas”, advirtió el mandatario, quien aseguró que no conseguirán su objetivo.

Guerra interna

En su comunicado, Erdogan dejó claro que considera que libra una guerra contra el terrorismo en tres frentes y no hizo diferencia entre el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), el movimiento del clérigo islamista Fethullah Gülen (al que responsabiliza de la reciente intentona golpista) y los “presuntos autores” (del atentado) del EI.

La provincia de Gaziantep se encuentra cerca de la frontera con Siria, país inmerso en una guerra civil y donde el Estado Islámico controla territorios fronterizos con Turquía.

Tanto el EI como las Unidades de Protección Popular Kurdas (YPG) controlan amplias partes del norte de Siria, en la frontera con Turquía.

Las YPG son un socio importante de Occidente en la lucha contra el Estado Islámico, que las últimas semanas ha ido perdiendo territorio. Los combatientes de la milicia terrorista se han retirado en territorio fronterizo entre Turquía y Siria. Las YPG son la rama siria del PKK, que opera en el sur de Turquía. El Gobierno de Ankara considera tanto al PKK como al EI como organizaciones terroristas. Si las YPG se adentraran en Turquía colocaría a Ankara en una posición incómoda, ya que los gobernantes turcos consideran que alentarían las aspiraciones independentistas de los kurdos turcos.

Condenas

La comunidad internacional condenó también de forma unánime el atentado y se solidarizó con Turquía.

“Estamos junto al pueblo de Turquía en su defensa de la democracia frente a cualquier forma de terrorismo”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad nacional estadounidense, Ned Price, en un comunicado en el que definió a Turquía como “valioso aliado y socio de la OTAN”.

“En este difícil momento nos solidarizamos con nuestros aliados turcos”, dijo por su parte el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, desde Bruselas. También desde Bruselas, la Comisión Europea manifestó su solidaridad con el Gobierno de Ankara y prometió reforzar la cooperación contra el terrorismo.

“De nuevo, hombres, mujeres y niños inocentes son víctimas de la violencia insidiosa y cobarde”, escribió por su parte la mandataria alemana, Angela Merkel.

Desde Francia, el presidente, François Hollande condenó el “vergonzoso atentado” y aseguró que su país está del lado de todo el que lucha contra el terrorismo.

El papa Francisco condenó el atentado, al tiempo que pidió rezar por el “don de la paz”.

También el presidente de Rusia, Vladimir Putin, pidió combatir juntos el terrorismo. “Una vez más hemos experimentado que el terrorismo no sólo no reconoce las leyes de los civilizados, sino que desprecia las normas básicas de la moral humana”, escribió Putin, según el Kremlin. (DPA)