El canciller de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano, el argentino Marcelo Sánchez Sorondo, calificó como “exagerada” la medida que limita el uso del burkini en algunas playas de Francia. “No veo por qué las mujeres musulmanas deban vestirse como las occidentales”, consideró Sánchez Sorondo, colaborador del papa Francisco, en diálogo con el diario La Repubblica. “Yo sé lo que piensa Francisco, y es obvio. Pero es mejor si no lo digo”, agregó dando a entender que el Pontífice comparte la postura. “La de Alfano es una buena posición. Si no se acepta el burkini se lesiona el principio de libertad”, agregó, en referencia a la postura del ministro del interior italiano, Angelino Alfano, quien defendió la libertad de elección en las playas del país, mientras en la vecina Francia se extiende la prohibición de utilizar burkini, veto que ya alcanza a una docena de localidades balnearias del país galo. “Si uno va al mar completamente vestido no tengo nada que decir al contrario. No se trata de un hecho religioso o ideológico. Entiendo, sobre todo a Niza, con todo lo que pasó después la tragedia. Pero esas cosas hacen falta discutirlas. El resultado es que quieren volver otras realidades homogéneas a su cultura”, criticó. En esa linea se manifestó el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana Nuncio Palatino: “Tenemos que aprender a vivir juntos, y esto también significa conocimiento de los símbolos de otras culturas, y aceptarlos si no afecten negativamente a los requisitos de seguridad. El miedo a la ropa musulmana me parece instrumental”, insistió. “Nosotros somos severos haciendo controles, arrestos y expulsiones. Pero quien usa burkini no viola le ley”, aseguró, el ministro Alfano, sobre el traje de baño enterizo que cubre cabeza y cuerpo y que es utilizado por las mujeres musulmanas.

En una semana, unos 326.000 venezolanos ingresaron a colombia
Más de 326.000 venezolanos entraron a Colombia en la primera semana de reapertura fronteriza, la mayoría para comprar alimentos, medicamentos y artículos de primera necesidad que no encuentran en su país. El 80% de los ciudadanos venezolanos que ingresaron a Colombia lo hicieron para comprar “diferentes productos”, mientras que un 12% de ellos lo hizo para visitar a algún familiar, 7% para cumplir con citas médicas o realizar diligencias y 1% para tomar vuelos internacionales, indicó Migración Colombia en un comunicado. Colombia y Venezuela acordaron permitir, a partir del miércoles pasado, a los ciudadanos de ambos países el paso de llantas y repuestos de vehículos “sin exceder la necesidad individual” por la frontera común, que fue cerrada hace un año por orden del presidente venezolano, Nicolás Maduro, como parte de un plan para combatir a presuntos paramilitares que operan en la zona.