Los cortes aumentaron en las carnicerías de Tucumán entre $ 3 y $ 5 en los últimos 10 días, según precisaron comerciantes del sector consultados por LA GACETA. En puntos porcentuales, estos reajustes se traducen en subas que oscilan entre el 4,5% y el 8%, dependiendo del corte cárnico. Pero la mala noticia para los consumidores locales no terminar allí: según informó ayer la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), los precios de los productos podrían volver a aumentar en los próximos días, en torno al 5%, a causa del acuerdo salarial del 42%, interanual a partir de julio, que acordaron los frigorífcos con los trabajadores del sector.

Comerciantes y trabajadores locales coincidieron en la necesidad de moderar los aumentos de precios en la carne, porque el consumo interno no podrá recuperarse. Según un informe reciente que elaboró la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra), entre enero y julio de este año, los argentinos comieron, en promedio, 55 kilos anuales de carne por habitante. Esta cifra representó una caída del 7,8% en el consumo, en comparación al mismo período del año pasado.

“Por ahora no nos informaron nada (sobre un nuevo aumento del 5%). Hace 10 días los precios por última vez y, la verdad, es que no da para más, porque el consumo sigue bajo”, manifestó Guillermo Rojas, propietario de una carnicería en el Mercado del Norte.

Una postura similar expuso Nicolás Sanabria, empleado de una carnicería ubicada en el microcentro de la capital tucumana. “Es cierto que todo se tiene que acomodar para arriba porque los costos subieron, incluso los salarios de los trabajadores. Pero el problema es hasta qué punto hay que aumentar, porque se nota que las ventas bajaron en los últimos meses”, reflexionó el comerciante.

El secretario general de la filial local del Sindicato de Trabajadores de la Carne, Juan Beltrán, también cuestionó el nuevo incremento anunciado por la Fifra, al señalar que no tiene relación con las paritarias.

“Desde diciembre de 2015 hasta ahora, los precios de la mayoría de los cortes de carne subieron casi el 100%. Lo que pasa es que como todavía hay oferta y demanda, los empresarios cobran lo quieren y, en consecuencia, los carniceros también cobran lo quieren”, criticó el representante sindical, y agregó: “los productores ganaderos se llevan la peor parte. Los que forman los precios son los eslabones de la cadena comercial, como los grandes supermercados”.

Industria en aprietos

Daniel Urcía, titular de la Fifra, argumentó que la suba del 5% anunciada para los próximos días se debe a una reapertura de paritarias en la industria de la carne. Por esta razón, puntualizó que las empresas del sector tienen que enfrentar un incremento salarial retroactivo del orden del 27% y “sin garantías de que el acuerdo llegue al término previsto, que es el 31 de marzo de 2017”, según consignó la agencia de noticias Télam.

Además, el directivo de la cámara empresaria señaló que las tarifas de luz eléctrica y de gas tuvieron un impacto fuerte en las finanzas de los frigoríficos. Y recalcó también que subieron el combustible y las tasas tributarias que aplica al sector el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). “La presión impositiva también influye en el encarecimiento de los productos. Por ende, no queda más alternativa que cargar esos incrementos del costos en el precio de venta de la carne, lo cual agrava la disminución del consumo interno”, se lamentó Urcía.

En su estudio, Ciccra precisó que en el período acumulado entre enero y julio, el ritmo de procesamiento en los frigoríficos tuvo una retracción del 7,4% en la comparación interanual y estuvo entre los cuatro peores años de los últimos 37 para la industria.