Belén, presa desde hace más de dos años y condenada hace cuatro meses por la Sala III, fue trasladada esta mañana a la alcaldía de Tribunales a donde se le notificó el cese de prisión, que fue ordenado ayer por la Corte Suprema de Tucumán. La joven había sido hallada culpable por los jueces Dante Ibáñez, Néstor Macoritto y Fabián Fradejas en abril por el delito de homicidio agravado por el vínculo.
La liberació de la joven fue ordenada por los jueces Daniel Posse, Antonio Estofán y Antonio Gandur en un fallo que fue conocido por la defensa de Belén ayer a las 18. Sin embargo, aún no se sabe cuándo podrá dejar su celda, ya que los trámites deben ser realizados por la sala que la condenó. En ese sentido, desde el entorno de la defensa de la joven aseguraron que no son muy “optimistas” con que se otorgue de forma urgente.
En marzo de 2014, Belén llegó de madrugada al Hospital Avellaneda acompañada por su mamá, para que la revisaran por unos cólicos. Según dijo durante el juicio, desconocía que estaba embarazada. Incluso, varios de los testigos dijeron que no presentaba una panza que lo indicara. Ese mismo día se halló un feto en uno de los inodoros del lugar. Los jueces que la condenaron entendieron que ella tuvo a su hijo en el baño, y que el niño nació con vida pero que falleció por un traumatismo al ingresar al retrete.
Si bien no se pudo realizar una muestra de ADN al cuerpo, el tribunal entendió que se trataba de su hijo porque el corte que presentaba Belén en su cordón umbilical coincidía con el del feto y porque en ese horario “no se consignó ningún otro nacimiento”. La defensa de Belén argumenta que se trató de un aborto espontáneo.