RÍO DE JANEIRO.- El francés Renaud Lavillenie recibió hoy con lágrimas y entre un sonoro abucheo la medalla de plata que conquistó el lunes en la final de salto con garrocha de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Pese a haberse disculpado horas antes por haber comparado los silbidos que recibió en la final con lo sucedido con Jesse Owens en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, el público brasileño no le perdonó el exabrupto y volvió a dedicar al francés una fuerte pitada cuando se subió al podio para recibir su metal. Cuando las cámaras del Estadio Olímpico de Río de Janeiro enfocaron el rostro de Lavillenie, el plusmarquista mundial de la disciplina y campeón olímpico derrocado, apareció bañado en lágrimas. 

"Quisiera disculparme por una comparación fuera de lugar hecha en un momento caliente y sin medir las consecuencias", había escrito el pertiguista galo en su página de Facebook, según informó la DPA.

Lavillenie, medalla de plata en Río después de perder en la definición ante el local Thiago Braz da Silva, se había quejado por el maltrato que recibió por parte de la afición brasileña, que lo silbó y lo abucheó antes de su último salto -cuando ya competía mano a mano por el oro con el ídolo local-.

"No es una buena imagen para los Juegos. Yo no le he hecho nada a los brasileños. En 1936 el público también estaba contra Jesse Owens. No hemos visto eso desde entonces", había dicho el recordman del mundo después de perder la oportunidad de revalidar el título olímpico logrado en Londres 2012.

A pesar de las disculpas, Lavillenie mantuvo su postura respecto al mal comportamiento de la gente. "No acepto que un saltador olímpico sea abucheado y silbado. Creo que se entiende", indicó el atleta, que saludó a los aficionados franceses que lo alentaron.

"Y para los otros, a divertirse. Los que me critican me hacen reir", añadió el francés, que consideró que la victoria de Da Silva, coreado hoy de nuevo por el escaso público presente en el Engenhao, resultó justa. "El brasileño fue mejor. Yo di todo lo que tenía, pero así es el deporte y lo acepto sin problemas", completó Lavillenie que, tras las lágrimas del podio, posó algo más sonriente para las fotos con las medallas.