BRASILIA.- Es el único título que le falta para llenar el cartón. Y por eso apuntan con todo a esta edición, que además los tiene como locales. Pero la selección de Brasil decepcionó ayer a su público en su debut en el fútbol de los Juegos Olímpicos y apenas igualó 0-0 con Sudáfrica.
El conjunto liderado por Neymar no pudo vencer a un rival en apariencia accesible pese a que jugó desde los 60 minutos con un hombre más por la expulsión de Mothobi Mvala en la visita. Tampoco le sirvieron los cinco minutos de adición del árbitro español Antonio Mateu Lahoz.
El encuentro demostró que Brasil deberá mejorar mucho si quiere colgarse el oro el 20 de agosto en el legendario estadio Maracaná, el único objetivo posible para los locales. El público, disconforme, incluso despidió al conjunto “verdeamarelo” con silbidos en el Estadio Mané Garrincha de Brasilia.
Neymar, que priorizó disputar los Juegos por encima de la Copa América Centenario, fue el capitán del equipo dirigido por Rogério Micale, pero estuvo desaparecido la mayor parte del encuentro y no pudo desnivelar ante sus rivales Sub 23. El crack de Barcelona tuvo dos opciones claras para llegar al gol, a los 28 y a los 40 minutos, pero sus disparos fueron muy bien controlados por el arquero sudafricano. “El equipo tiene que seguir creciendo, hay que mejorar para el próximo partido”, dijo el zaguero Marquinhos.
No fue el comienzo esperado para Brasil, que aspira saldar así una vieja deuda de su laureado fútbol. El título olímpico es el único trofeo que falta en las vitrinas del pentacampeón mundial, pese a que estuvo en numerosas ocasiones cerca de lograrlo. Desde su primera vez en una cita olímpica, en Helsinki 1952, Brasil sumó tres medallas de plata (Los Angeles 1984, Seúl 1988 y Londres 2012) y dos de bronce (Atlanta 1996 y Pekín 2008). (Especial-Reuter-DPA)