Algunos tuvieron una sensación de nudo en la garganta. Se sintieron así cuando Elina Marchese se acercó al escenario, para que le dieran unas rosas rojas. Pero cuando quiso hablar, la mandíbula se le volvió temblorosa, y las lágrimas le rodaron por la cara. Entonces, varios de los políticos que la rodeaban debieron tragar saliva. Sin quererlo, ella -una de las fundadores del movimiento Estrellas Amarillas en Tucumán- fue quien más conmoción le aportó al lanzamiento en Tucumán del Plan de Concientización Vial, de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
El acto se hizo ayer, en un descampado de la ciudad Yerba Buena. Ese lugar se encuentra a metros de la esquina donde, hace 10 años, los cuerpos de su mamá y de su hermano, María Silvia y Domingo Marchese, quedaron vacíos. Cuando iban a comprar pan, su auto fue alcanzado por otro que venía a demasiados kilómetros por hora, y que era conducido por un chico de 18 años e hijo de un ex ministro provincial. “Si bien convocaron a muchos sectores, creo que aquí faltó un representante de la Justicia. Porque son los jueces quienes, con sus fallos, establecen qué se puede hacer en la vía pública. Si la Justicia deja una muerte impune, el mensaje que da es: ‘no importa lo que uno haga, nada le pasará’”, dice Elina, al término del mitin en el que recibió las rosas, en representación de los familiares de víctimas de accidentes de tránsito.
Entre los presentes había funcionarios de los gobiernos municipales, provincial y nacional, directivos de la agencia de seguridad vial, del ministerio de transporte de la provincia, de la Policía y del Instituto Provincial de Lucha Contra el Alcoholismo. “Todos podemos salir a la calle y no volver, nunca más. Puede pasarle a cualquiera. Alguien puede decidir que hoy no vuelvas a tu casa”, concluye Elina.