Las estadísticas del Poder Judicial de Tucumán están en medio de una transición. Los datos correspondientes a 2015 son los últimos confeccionados en función de formularios que llenan a mano cada una de las oficinas. A partir de este año y según el funcionario Marcelo Zelarayán, responsable de la Oficina de Gestión de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, la información será extraída por medios informáticos y procesada en función de los estándares internacionales en la materia. En el futuro será posible refinar los números y conocer, por ejemplo, cuánto dura en promedio un juicio y evaluar con mayor precisión la mora. Quizá hasta se logre calcular cuánto cuesta cada juicio desde que empieza hasta que finaliza.
Mientras tanto, las estadísticas publicitadas durante la semana pasada por Antonio Gandur, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, muestran un paisaje irregular. La “unidad de medida” es la tasa de resolución de conflictos obtenida a partir de la relación entre dos números: los procesos ingresados y resueltos en el mismo período de tiempo (2015). Pero este indicador revela una productividad que debe ser matizada, como surge en el supuesto de las fiscalías de Instrucción, donde la tasa es alta no por la capacidad de esclarecer presuntas situaciones delictivas sino como consecuencia de que ocho de cada 10 denuncias son archivadas -ver texto relacionado-. Excluidos esos despachos y los juzgados de Instrucción, lo que queda es una tabla en cuyo polo positivo están los juzgados de Documentos y Locaciones de la capital. En el polo negativo aparecen los juzgados en lo Civil y Comercial Común, seguidos por las salas de la Cámara Penal. La tasa promedio en los fueros no penales es del 65%.
Los datos oficiales revelan que durante 2015 ingresaron 4.383 juicios a los ocho juzgados civiles de San Miguel de Tucumán y que estos dictaron 1.354 sentencias definitivas. La tasa de resolución de conflictos es del 31%, la más baja de la última medición estadística. Los dos juzgados civiles de Concepción exhiben una tasa parecida, aunque superior: 38%. ¿Qué razones explican estos porcentajes? En Tribunales señalan, a modo de explicación parcial, que esas oficinas atienden procesos largos y complejos como los concursos y las quiebras, y que en la capital hay dos despachos acéfalos.
Documentos en la cima
La planilla estadística no presenta datos de rendimiento de la Corte ni de la segunda instancia de los fueros no penales, con la excepción de la Cámara en lo Contencioso Administrativo -carece de primera instancia-. Sí exhibe los resultados de las salas de la Cámara Penal: una tasa del 41% para la capital y del 50% para Concepción. A las seis salas capitalinas ingresaron 1.648 procesos y “salieron” 672 con sentencia definitiva. Las dos salas de Concepción recibieron 276 causas y despacharon 137.
En los fueros no penales entraron, en total, 45.046 procesos nuevos en 2015. Los nueve juzgados en Documentos y Locaciones de la capital son los que quedaron mejor parados: casi resolvieron la misma cantidad de expedientes que incorporaron (la tasa de resolución en este ámbito llega al 97,5%). Completan el “podio de punteros de la tabla” el Juzgado de Cobros y Apremios de Concepción (77%) y la Cámara en lo Contencioso Administrativo (76%).