CRACOVIA, Polonia.- "Estamos en guerra, una guerra en serio y no hablo de guerra de religión. Todas las religiones queremos la paz". Con estas palabras respondió el Papa a una pregunta de su vocero, Federico Lombardi, sobre cómo estaba viviendo estos momentos de gran violencia en Europa.
En un breve saludo a los periodistas que lo acompañaron en el vuelo hacia Cracovia para participar de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud, el papa Francisco se refirió al ataque, ayer, a una iglesia católica del norte de Francia, donde fue asesinado un sacerdote. Fue el último de una seguidilla inédita de atentados que se atribuyó el grupo fundamentalista Estado Islámico.
El Papa Francisco partió esta mañana hacia Polonia, donde participará de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud que comenzó ayer en Cracovia. El viernes visitará el campo de exterminio nazi de Auschwitz.
Al inicio de su visita a Polonia, Francisco llamó al Gobierno conservador del país de la Unión Europea (UE) a acoger a refugiados.
Se necesita "la diposición para recibir a aquellos que huyen de las guerras y del hambre", dijo el jefe de la Iglesia católica durante un encuentro con la cúpula polaca encabezada por el presidente, Andrzej Duda, y la jefa de gobierno, Beata Szydlo, en Cracovia.
A diferencia de otros países de la UE, Polonia se niega a recibir una cifra considerable de refugiados musulmanes de regiones en crisis como Siria, Irak o Afganistán.
El fenómeno de la migración requiere "una porción adicional de sabiduría y misericordia para superar los miedos y hacer realidad lo óptimo", según dijo el papa argentino.
"Al mismo tiempo deben impulsarse formas de cooperación y sinergias a nivel internacional para encontrar soluciones a los conflictos y las guerras que obligan a tantas personas a abandonar sus casas y patrias", añadió Francisco.
En su decimoquinto viaje como Pontífice, Francisco se quedará en la tierra de Juan Pablo II hasta el domingo 31, cuando con una misa que se espera multitudinaria cerrará el encuentro para el que hay más de 350.000 jóvenes de todo el mundo inscriptos, entre ellos unos 4.000 argentinos.
Antes de salir desde el Vaticano hacia el Aeropuerto para abordar el vuelo AZ4000 de Alitalia, Francisco rezó varios minutos frente a la tumba del papa polaco en la Basílica de San Pedro y saludó a un grupo de 15 jóvenes migrantes en la residencia de Santa Marta, informó su vocero Federico Lombardi.
Ayer, tras el asesinato de un sacerdote en Francia que motivó la enérgica condena del Pontífice, Francisco recibió un llamado del presidente francés Francois Hollande, quien se comprometió a "defender la Iglesia" en su país. (Télam-DPA)