En unos días la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) tendrá que comenzar a consensuar las tácticas que implementará para achicar el déficit acumulado de $ 700 millones, según datos de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación. También, ver la forma para regularizar los millones que se le debe a la AFIP, una suma que ya ronda los $ 327 millones.
El vicerrector, José García, fue categórico al señalar que la UNT está pagando “la fiesta de YMAD”, en alusión a los millones derivados de las utilidades mineras que la universidad recibió de 2006 a 2015. “Esta universidad ha crecido en personal y en metros cuadrados con una plata que no era universitaria, la que venía de YMAD. En 2015 sólo enviaron $10 millones y luego al cortarse empiezan a aparecer ciertas situaciones. Al no llegar YMAD hay que sentarse a ver cómo vamos a hacer”, advirtió.
Las autoridades de la SPU les dijeron a los rectores y a los 13 decanos que los números del déficit los obligaban a ver (con lupa) cómo se estaba manejando el presupuesto universitario. Esto sucedió en la semana del Bicentenario, cuando las autoridades de Educación visitaron la provincia. Luego, un equipo recogió información para procesarla y compararla con las cifras que manejaban. En una entrevista publicada el domingo por LA GACETA, la subsecretaria de la SPU, Danya Tavela, reconoció que la situación deficitaria era preocupante. En especial, mencionó el aumento de la planta no docente.
Este ítem genera roces entre la UNT y la SPU. Las cantidades no cierran. En las planillas de la Nación figuran 2.965 no docentes, de los cuales 315 fueron incorporados después de octubre de 2015. Mientras que la UNT contabiliza 3.057 agentes no docentes, según figura en un informe oficial realizado por el vicerrectorado. Una diferencia de casi 100 empleados que, según la UNT, son los que están con contratos temporales.
Cifras que no cierran
García explicó que la SPU no puede desconocer que la incorporación de los 315 no docentes se dio a través de contratos-programa que fueron autorizados por la gestión anterior y por la actual. “Los nombramientos no los hicimos irresponsablemente. Si ahora ellos no tienen dinero para girarnos tendrán que verlo. Si apuntan a los no docentes vamos a defender lo que hicimos”, aseveró.
En unos días -según García- la UNT estará en “condiciones de decir cuáles son los números (reales)”. En resumen: cuánto entra de dinero y en qué se gasta, lo que permitirá armar el mapa del déficit. Esperan tener estos datos antes de que la SPU dé a conocer los suyos que, según adelantó Tavela, será a fines de agosto.
Bajar el déficit es sólo una parte. La UNT sabe que en los próximos años debe encontrar la manera de que la tasa de alumnos regulares aumente porque eso también define el porcentaje de presupuesto que la Nación les asigna a las universidades. Otra preocupación -que va de la mano- es la de aumentar la tasa de egresos que hoy es bajísima. Según un informe del vicerrectorado, en 2015 había 64.315 alumnos de grado y pregrado, mientras que la cantidad de egresados ese año fue de 2.452, entre grado y pregrado. Una relación que preocupa a las autoridades.
JUGADAS POLÍTICAS
García: “hay campañas electorales anticipadas”
El vicerrector, José García, se refirió a los que estos días han salido a criticar a la UNT en los medios, aprovechando el tema de las casas de Horco Molle. “Todos los días tenés que leer en el diario campañas electorales anticipadas o (personas) que dicen ‘hay que hacer esto’ y ex rectores que pasan por la justicia”. García sugirió que quienes hablan deberían ayudar a que la UNT alcance un presupuesto equilibrado. “Con esas personas vamos a trabajar”, aseguró.
LAS CASAS
El gremialista Morales reconoció que no había reglamentación para la entrega
Sobre las irregularidades detectadas en las casas de Horco Molle, el dirigente Ángel Morales catalogó de un “hecho de mal gusto” todo lo que se ha dado a conocer. Reconoció que cuando él recibió una vivienda no había reglamentación “y nadie sabía que se pagaba”. El titular de Apunt figura en el listado que maneja la UNT como ocupante de la casa 7 y como deudor. Ayer, el vicerrector José García le confirmó a LA GACETA que se les va a cobrar a todos aquellos ocupantes que hayan usado las viviendas sin pagar y confirmó que en la UNT no puede haber “intocables”. Esto, en alusión a los comentarios que sugerían que durante años las autoridades universitarias habían permitido que ciertas personas tuvieran el privilegio de utilizar esos bienes de forma gratuita. Morales reiteró que las llaves de esa casa las entregó hace tiempo, luego de que falleció su madre, a quien le gustaba ir a ese lugar. “No tengo la capacidad de mentir”, dijo.