“La verdad es que necesitábamos terminar ganando”. Las palabras de Nicolás Sánchez no fueron fortuitas. Los Jaguares realmente necesitaban despedirse con una victoria, no porque tuviera alguna clase de incidencia en la tabla de clasificación (los números no daban desde hacía algunas fechas), sino para darle un cierre más digno a una primera temporada con más reveses de lo que se esperaba. Y, principalmente, para inyectarse confianza de cara a la parte más dura del año: el Rugby Championship, ya con la camiseta de Los Pumas.
“Tenemos que recuperar el cuerpo, porque todavía queda mucho por delante, así que ahora a descansar y empezar a prepararse para la segunda parte del año, que será muy dura”, anticipó el apertura tucumano, víctima al igual que sus compañeros de un calendario agotador, al que todavía le quedan varias hojas.
Tomás Lavanini, una de las figuras de la franquicia pese a sus aparentemente incorregibles problemas de disciplina, se mostró conforme con lo mostrado a lo largo de los 15 partidos que disputaron los Jaguares. “Terminamos de una gran manera. Fue una buena experiencia, en la que hubo momentos lindos y otros difíciles, pero que supimos sacar adelante. Esto no se termina, esto es el comienzo. Ahora viene el Championship, y tenemos que aplicar todo lo que hemos aprendido en este torneo. Los rivales son de un nivel mucho más alto que este”, advirtió el segunda línea, quien ponderó el trabajo de los forwards. “Quizás no arrancamos bien, pero fuimos levantando el nivel con el correr de los partidos. Por ahí nos faltó regularidad, pero en estos últimos tres partidos estuvimos bien. Ahora hay que ajustar un poco más el maul, porque vamos a enfrentar dos veces a Sudáfrica, que lo utiliza mucho como arma ofensiva”, cerró el ex Hindú.