La Policía recibió ayer a la mañana el dato de que Jesús Martínez, prófugo desde 2009 por un caso de abuso sexual a una menor, fue visto en una calle de Santa Ana, en donde solía residir. Con esa pista, desde el Centro Judicial de Concepción se ordenó que una comisión realice tareas de inteligencia para verificar si era cierta.
Unas horas más tarde, los agentes ya contaban con la información de que el prófugo había llegado a Tucumán desde Río Negro, provincia en la que se habría ocultado unos meses después del caso de abuso. El motivo de su regreso habría sido porque su madre se encuentra enferma.
Alrededor de las 18, de una casa ubicada en el Barrio San Isidro, los policías vieron salir en moto a un hombre que respondía a las características físicas de Martínez. Cuando se percató de la presencia de los agentes, aceleró y comenzó una persecución.
A la altura del Barrio Colegial, en el mismo Santa Ana, el prófugo perdió el equilibrio y cayó, corrió hacia una casa pero fue atrapado y puesto a disposición de la Justicia. Se constató luego que era robada la moto en la que se movilizaba.
Unas horas más tarde, un vecino se presentó en la comisaría de la zona para informar que alguien había arrojado un arma en el patio de su casa. Se presume que pertenecía a Martínez porque cuando fue requisado se le encontró una sobaquera aunque no llevaba un arma. Se presume que el revólver habría sido arrojado por Martínez mientras intentaba escapar, informaron las fuentes.