El sol aún no había terminado de salir cuando los vecinos de la zona escucharon un ruido fuera de lo común. Al aproximarse al lugar, observaron una camioneta volcada y a sus ocupantes gimiendo de dolor. Pero se alarmaron aún más cuando descubrieron que la camioneta había generado un daño en un caño de alta presión de gas que pasaba por el lugar. Después de varias horas, los especialistas de Gasnor llevaron tranquilidad al asegurar que no había peligro de explosión.

Todo ocurrió cerca de las 7 en la ruta 301, a la altura del paraje La Vieja Usina, de El Manantial. De norte a sur circulaba una camioneta Toyota Hilux conducida por Diego Wilfredo Machaca (22 años) domiciliado en San Isidro de Lules y en la que viajaban su hermano Nelson (16), Juan Choque (20) y Juan José Andacaba (28). Por razones que se desconocen, el vehículo se salió del camino y cayó en un canal que pasa por ahí. El conductor, según confiaron fuentes policiales, murió en el acto, mientras que sus acompañantes sufrieron heridas de consideración.

“Cuando llegamos vimos varios autos que se habían detenido. Ellos ya habían llamado a las ambulancias, pero los pobres muchachos estaban ahí y nadie se animaba a ayudarlos. En realidad, no había manera de darles una mano”, relató Juan Carlos García, vecino de la zona.

Al comprobar la gravedad del accidente, además del personal médico, llegaron los hombres de Bomberos de la Policías, que fueron los encargados de rescatar a los heridos del interior de la camioneta.

Mario Medina, habitante del lugar dijo: “a los pobres ocupantes del vehículo se los veía muy mal, sobre todo al acompañante del conductor. Daba pena escucharlos cómo se quejaban de dolor. Las ambulancias no tardaron mucho en llegar”, dijo el hombre que confirmó que los heridos fueron trasladados al Hospital Padilla y al Centro de Salud.

Susto

Al salir el sol, los uniformados y vecinos descubrieron que la camioneta había dañado un gasoducto. Inmediatamente llamaron a personal especializado de Gasnor.

Los técnicos, después de revisar el lugar y el caño maestro, consideraron que se debía reparar, aunque no de manera urgente. Por lo que decidieron esperar hasta hoy para realizar los trabajos necesarios.

“Cuando vimos el movimiento de la gente de Gasnor nos asustamos muchísimo. Hasta empezó a correr el rumor de que se evacuaría la zona. Después llegó la Policía y llevó tranquilidad al vecindario”, contó Rosa de Delgado, ama de casa.

El comisario Roque González, jefe de la Unidad Regional Oeste, se encargó de calmar a los vecinos de la zona. “Hoy a primera hora se hará una reunión con los técnicos de Gasnor. Ellos se encargarán de decirnos en qué podemos colaborar para que todo se desarrolle con mayor seguridad. Lo único que puedo decir es que no se detectó ninguna pérdida de gas y eso es muy importante”, dijo.

“En un principio no hay peligro, pero serán los técnicos de la empresa los que decidirán sobre la conveniencia de evacuar a los habitantes de la zona y si se cortará el tránsito. Eso recién se definirá hoy”, añadió.