Bienvenidos a la plaza más caliente del país: la plaza Independencia. El núcleo urbano de San Miguel de Tucumán, allí donde convergen las mayores alegrías de la provincia, fue destino de peregrinación “santa” el domingo por la noche, para celebrar el ascenso de San Martín a la B Nacional, y volvió a serlo ayer al mediodía, cuando miles de hinchas se congregaron para recibir al plantel que llegaba desde Catamarca.
A diferencia del domingo, cuando el festejo se salió de cauce y tuvo un final caótico y vandálico, la recepción de ayer fue una genuina muestra de cariño y apoyo a los jugadores y al cuerpo técnico que regresaron de la hostil Andalgalá con el salvoconducto para dejar atrás cinco años de pesadilla en el Federal A y volver a soñar con paisajes más agradables en la B Nacional.
“Ahora está tranquilo, por suerte. No sabés lo que era anoche. Un montón de gente quería comprar cerveza y fernet y yo les decía que no se podía. Dame aunque sea agua con alcohol me dijo uno, ja”, brindó su testimonio el encargado de atender el kiosco de una de las esquinas de la plaza.
El bus descapotable llegó al kilómetro 0 de la provincia exactamente a las 13.58, ingresando por calle San Martín. Para entonces, ya se contaban por miles los feligreses “santos”, aunque desde media mañana había gente haciendo el aguante al frente y en las escalinatas de la Casa de Gobierno, repasando los grandes éxitos de la tribuna para matar el tiempo de espera.
...San Martín es un sentimiento/ que se lleva, se lleva bien adentro/a los santos los sigo adonde sea/soy ciruja hasta que me mueeeeeera...
...No se compara/vayas donde vayas estará la banda/es diferente/no somos del gobierno somos de la gente/vamos vamos vamos Ciudadela...
La multitud deliraba mientras Luciano González descorchaba una botella de champagne y la arrojaba sobre los hinchas desde el balcón del palacio gubernamental. Felicidad en estado puro, un estado de ánimo que San Martín llevaba años sin alcanzar. Luego de las notas y selfies de rigor en el Salón Blanco, el plantel continuó su viaje en caravana hacia el corazón de La Ciudadela.
Larga vigilia
Entre los hinchas que asistieron ayer a la plaza hubo muchos con evidentes signos de haber “pasado de largo”, pese a que la final se jugó el domingo, a las 16. “Y la noche anterior tampoco pudimos dormir por los nervios. Pero vamos a seguir festejando”, aseguraron los integrantes de un grupo “La banda de La Cañada”, de Los Nogales.
La primera vez
Entre la multitud, había muchos hinchas pequeños, que no llegaron a ver o no recordaban el anterior paso de San Martín por la B Nacional. Entre ellos, Sofía del Valle Rodríguez, una bulliciosa fanática de nueve años conocía de memoria los cánticos de la hinchada. “Le encanta ir a la cancha con sus hermanas y su prima. Sólo le falta aprender a tocar el redoblante”, bromeó su madre, Fabiana Díaz, de Las Talitas.
“No te preocupes, San Martín va a ascender”
Paola Bessone fue a la plaza a acompañar a sus tres hijos y a honrar la memoria de su padre, Juan. “Es muy fuerte estar acá, porque él falleció hace poco y antes de morir me dijo: ‘no te preocupes, San Martín va a ascender’. Me emociono cuando pienso lo mucho que habría disfrutado de estar acá”, contó.
9 x 9
“¡Qué amargura con la Selección! Martino lo tiene que sacar a Higuaín y llamarlo a Lentini, papá. Ese sí sabe meter goles en finales”, pidió Hernán al pasar en la moto con la que acompañaba a la caravana. Y agregó: “Dieguito Cagna nos va a llevar a Primera”.
Detenidos
Tres detenidos durante los incidentes del domingo continuaban ayer alojados en la comisaría 1°. Mientras tantos, dos menores que fueron derivados al Instituto Roca.