BUENOS AIRES.- El detenido empresario kirchnerista Lázaro Báez permaneció 50 minutos ante los magistrados de la Cámara Federal. Si bien no presentó ninguna prueba, ratificó que, según su versión, hubo una reunión entre la ex presidenta Cristina Fernández y el juez federal Sebastián Casanello, quien lo investiga por lavado de dinero, en la Quinta de Olivos.
Báez fue llevado a las 8 en una camioneta del Servicio Penitenciario, en medio de un importante dispositivo de seguridad.
La Cámara Federal porteña debe evaluar además si mantiene o aparta a Casanello de la causa a partir del pedido de recusación que formuló la defensa de Báez y de uno de sus hijos, Leandro.
La Cámara resolvió volver a citar al procesado luego de recibir una nota manuscrita en la que dijo tener información y haber visto a Casanello en la quinta de Olivos a mediados de septiembre de 2015, cuando él esperaba para ser recibido por la entonces primera mandataria del país.
La defensa de Báez aportó otro escrito en el que el detenido ratificó que esa nota es - de su “puño y letra”- así como su contenido, y aseguró tener información para aportar al respecto, algo que tendrá que hacer mañana de manera oral ante los camaristas.
“Puedo ofrecer mi testimonio sobre los acontecimientos de los que participé”, insistió, al asegurar que fue parte de esa presunta reunión entre Casanello y Cristina Fernández, que ambos protagonistas niegan.