Borrado de la cancha el dueño de la casa, y además físico, rocoso, incómodo, contraatacador y para peor noqueador con un tal Dempsey, ni en la versión más prudente da para eludir la certeza de que la Selección ha llegado a su punto de cocción en el ciclo de Gerardo Martino y por extensión el punto caramelo hacia la final de una Copa América que sin compensar las finales perdidas -he ahí un imposible-, parece llamada a cerrar heridas y sellar la refundación de las vitrinas de la AFA.

La sed de laureles la daremos por descontada: hace unas cuantas décadas que las selecciones argentinas han enterrado los lánguidos días del vamos a ver qué pasa. Bien sabido es que la sed de laureles debe de ser sostenida con argumentos estrictamente futbolísticos. No alcanza con desear: más bien se trata de con qué herramientas se persigue y se hace propio lo deseado.

Con diferentes grados de oposición y diferentes circunstancias, la Selección se sabe superior. Nadie dice, ni siquiera sugiere, que esta Selección, a un paso de una tan postergada vuelta olímpica, represente la estación terminal de la excelencia; abstenerse los detectores de Dream Team y los exégetas delivery.

Ni falta que hace: de momento alcanza y sobra con reponer que hay a la vista una Selección determinada, convencida, intensa, variada y contundente como se le reclama.

Determinada y convencida por ejercicio de la rienda corta, intensa por discernimiento y espesor en la presión, variada por acumulación de personal calificado en la gestión ofensiva y contundente por la expeditiva potestad del gol.

Dicho con nombres propios: cuando intervienen Javier Mascherano, Nicolás Otamendi, Gabriel Mercado, Rodrigo Funes Mori, Marcos Rojo y Ezequiel Lavezzi, por ejemplo, Argentina se deja ver como un equipo con el temperamento bien puesto. Cuando entra a intervenir Ever Banega, estamos en presencia de un equipo que juega francamente bien. Y cuando ese temperamento y ese donaire cobran su más profunda expresión a través de Lionel Messi todo resulta de una sencillez y de una solvencia que por momentos nos llevan del deleite al aburrimiento.

En sintonía como muy pocas veces se lo ha visto, y clarividente en grado sumo, Messi anda en franco plan pedagógico: cada partido suyo es una clínica de fútbol. Si hay equipo y hay un Messi-Messi, las cuentas cierran solas.

Claro que los encargados de cerrar las cuentas y repartir los beneficios serán los propios jugadores argentinos, in situ, en acto, el domingo, en Nueva Jersey, en la final de la Copa.

Hasta entonces nadie nos sacará de la cabeza que esta vez sí, que sí, que cómo no, que sean quienes fueren los de enfrente, la historia tendrá un final feliz

Italia perdió pero igualmente terminó primero en su grupo

Irlanda se aprovechó de una Italia llena de suplentes para lograr una victoria por 1 a 0, que le permitió acceder a octavos de final en la Eurocopa. El gol lo convirtió Robbie Brady sobre el final. Pese a la derrota, Italia no perdió el primer lugar de su grupo. El resto de los resultados fueron: Hungría 3, Portugal 3; Islandia 2, Austria 1 y Suecia 0, Bélgica 1. De esta manera, los cruces de octavos de final serán: Suiza-Polonia, Croacia-Portugal, Gales-Irlanda del Norte, Hungría-Bélgica, Alemania-Eslovaquia, Italia-España, Francia- Irlanda e Inglaterra-Islandia.

Ibrahimovic jugó su último partido con Suecia

Tal cual había anunciado en los días previos, Zlatan Ibrahimovic jugó ayer su último partido en el seleccionado de su país. Suecia quedó eliminada tras perder con Bélgica e “Ibra” decidió ponerle punto final a su carrera en el equipo nacional.

“CR7” le arrojó el micrófono al agua a un periodista

Alterado porque aún no pudo encontrar su mejor nivel en lo que va de la Eurocopa, Cristiano Ronaldo protagonizó un incidente con un periodista portugués. El cronista, que estaba en vivo para un canal de televisión desde la concentración del seleccionado luso, le preguntó si estaba listo para el partido. Ronaldo se enojó por la pregunta, le quitó el micrófono y lo arrojó a un lago.

Paraguay sigue buscando al reemplazante de Ramón Díaz

Miguel Figueredo, dirigente de la Asociación Paraguaya de Fútbol anunció que tienen en carpeta cuatro candidatos para reemplazar a Ramón Díaz como DT del seleccionado de su país, aunque no se conocieron los nombres.