El legislador oficialista Emiliano Vargas Aignasse cumplió con los 120 días de sanción que le habían impuesto sus pares. El peronista sin embargo no regresará por ahora al recinto.
Según pudo saber LA GACETA, Vargas Aignasse le remitió una nota al vicegobernador Osvaldo Jaldo, presidente de la Legislatura, para solicitarle una licencia de 60 días por un grave problema de salud.
Allegados al parlamentario indicaron que está siendo sometido a estudios médicos por estos días. Los resultados definirán la fecha y la complejidad de la cirugía, aunque es un hecho que será operado en Tucumán. “En realidad, en estos momentos la prioridad es la salud, no tanto la reincorporación a la Cámara. Hay que poner todas las energías en eso”, indicaron voceros del legislador.
Vuelta en “U”
El 26 de enero pasado, Emiliano Vargas Aignasse iba conduciendo una camioneta Toyota Hilux doble cabina por la localidad santiagueña de Yutu Yacu, antes de Las Termas de Río Hondo. Junto a él iba una joven de 22 años, familiar de unos allegados. Según la investigación judicial, poco antes de un puesto de control policial, el legislador detuvo la marcha del vehículo, dio la vuelta en “U” y emprendió el regreso hacia Tucumán. Cuando iba por la zona de Los Puestos, un móvil policial lo interceptó. Los policías encontraron en el asiento trasero de la Toyota Hilux 47 gramos de marihuana. Según los oficiales, Vargas Aignasse les ofreció auxiliarlos económicamente a cambio de que ellos lo ayudaran. El peronista quedó a disposición del fiscal federal de Santiago del Estero, Pedro Simón, quien solicitó su procesamiento por los presuntos delitos de tenencia simple de estupefacientes, de resistencia a la autoridad y de cohecho. El juez federal de la causa es Guillermo Molinari.
El hermano de Carolina Vargas Aignasse, la secretaria de Gobierno y Justicia del PE, admitió en los Tribunales santiagueños que la sustancia ilegal le pertenecía. En una entrevista con este diario advirtió que consumía marihuana porque la grave enfermedad que padece le quitaba el apetito y ya había perdido varios kilos.
En paralelo, Vargas Aignasse desmintió que haya habido una persecución, como sostuvieron las fuerzas de seguridad de Santiago del Estero. Negó también que hubiera intentado coimear a los policías. Incluso, formuló una denuncia penal en los Tribunales de la provincia vecina en contra de los agentes que participaron de su detención. Según el dirigente peronista, correspondía la intervención de un juez federal de Tucumán, ya que él había sido atrapado en jurisdicción de esta provincia.
El 18 de febrero, pocos días después de los incidentes que tuvieron a Vargas Aignasse como protagonista, la Legislatura se reunió en sesión para dictar una suspensión durante cuatro meses, sin goce de sueldo.
El peronista había solicitado por nota que se le concediera una licencia por enfermedad. Acompañó a la nota un certificado médico. Pero la inmensa mayoría de la Cámara se inclinó por avalar la sanción.
Durante este tiempo, el despacho del peronista permaneció cerrado. Ayer estaba en condiciones administrativas de reincorporarse, pero su estado de salud se vio deteriorado en las últimas semanas. Ante esto, Vargas Aignasse, que había tenido una reaparición pública reciente, hizo caso a los consejos médicos y le pidió a Jaldo una licencia por dos meses. Según las estimaciones, para entonces debería haber pasado por el quirófano y debería estar recuperado. “Esa es la prioridad”, insistieron desde su entorno.